Mantenerse en puestos de liderazgo y alta dirección exige una capacidad holística para comprender la actividad empresarial y realizar transformaciones clave que optimicen el rendimiento financiero y operativo. Para ascender a puestos de responsabilidad dentro de una unidad, región o área funcional es necesario partir de una visión integral de la situación presente y futura de la empresa y saber plasmarla para generar impacto y crecimiento. Esto significa desarrollar capacidad de previsión y saber formular estrategias de mercado, de producto y de comercialización, así como liderar procesos de transformación que pongan en marcha estas estrategias. Pero también consiste en formular e implementar planes para la transformación digital de las operaciones y servicios internos con el objetivo de mejorar la eficiencia y el rendimiento.

Es fundamental que los equipos y la estrategia organizacional de la empresa respalden su estrategia general. Los profesionales de roles directivos deben entender cómo diseñar estructuras organizativas eficaces que sirvan para crear una cultura empresarial positiva, mejorar las prácticas laborales y promover el compromiso de los empleados. Los líderes deben, además, estar al día de las últimas tendencias en atracción, retención, desarrollo y motivación del talento, así como saber garantizar la diversidad, la inclusión y el rendimiento en la estructura y la gestión de los equipos. En muchos sentidos, un alto directivo debe ser tanto un Chief Behavioral Officer como un diseñador experimentado: alguien capaz de crear las condiciones necesarias para que todos los empleados puedan rendir al máximo y crecer profesionalmente. Esto requiere, no solo dominar la formulación de estrategias organizacionales y de recursos humanos, sino también contar con habilidades de liderazgo para lograr el éxito en la transformación organizativa y para generar impacto.

En la trayectoria de todo alto directivo, llega un momento en el que surge la posibilidad de participar en las reuniones del consejo de administración y de desempeñar posiciones no ejecutivas para este organismo. Estas funciones son una oportunidad para cultivar un sentido de propósito más allá del propio cargo y también una forma eficaz de ampliar la presencia profesional y la red de contactos para seguir creciendo profesionalmente.