Emily Taonga Cole
Al haberme criado en Zambia, siempre me ha atraído la idea de ayudar a los demás de un modo que, a la vez, contribuya a mejorar la relación simbiótica que existe entre las personas y la naturaleza. Mi madre es cocinera, así que siempre estamos probando recetas nuevas que se salgan de lo corriente y exploren la conexión entre la cocina y la tierra. La gastronomía siempre me ha parecido un medio increíble para unir a la gente. Por otro lado, también me gusta leer, dibujar, cantar y componer música. Mi pasatiempo favorito, dentro y fuera del aula, es explorar todas mis pasiones desde la cinestesia, para llegar a comprender nuevos conceptos.
"Mi pasión por la arquitectura se basa en aprender sobre arquitectura sostenible".
Inmersa en la comunidad
Desde pequeña, Emily Taonga Cole ha estado muy conectada con la naturaleza. Por eso conoce muy bien el complejo vínculo de codependencia que existe entre el ser humano y el entorno. Su pasión por la sostenibilidad ha llevado a esta estudiante zambiana a dedicar su carrera a la protección de los ecosistemas naturales.
Cuando llegó el momento de empezar la universidad, no es de extrañar que se matriculase en el Grado en Estudios de Arquitectura de IE University. Este programa le pareció una vía efectiva para combinar su interés por el medioambiente y por ayudar a los demás. Además, explica que “la arquitectura es una de las actividades que más contribuyen al cambio climático”, de modo que quería utilizar sus habilidades para combatir esto y cambiar el sector a mejor.
No es tarea fácil. En primer lugar, debía aprender más sobre arquitectura sostenible. Por suerte, el programa sumerge a los estudiantes en el diseño verde desde el primer día, con módulos específicos que se complementan con distintos talleres, seminarios y masterclasses. Pero no basta con que los diseños sean sostenibles: Emily quiere ir más allá y que los suyos sean rentables, accesibles y asequibles para todo el mundo, independientemente de sus circunstancias socioeconómicas. “Espero que un día esto sea el centro de lo que hago”, cuenta.
Las clases que más le gustan son las técnicas, que abordan tanto el componente estructural de la arquitectura como la construcción. También le ha encantado explorar la historia de este campo y su evolución en todo el mundo. Pero su parte favorita del grado son los Design Studios, especialmente porque son informativos y prácticos y le permiten poner en práctica lo aprendido en situaciones reales. Su proyecto más memorable lo llevó a cabo en Design Studio 5: Technique, al comienzo del tercer curso. En él tuvo que analizar en profundidad una estructura real para después reinterpretar su forma, su programa y su función utilizando madera. “Ha sido interesante hacer un encargo así en grupo”, confiesa, y añade que este enfoque, además de enriquecer sus estudios, la ha ayudado a conectar más con sus compañeros.
Le gusta mucho estudiar en Segovia, una ciudad muy acogedora que ha hecho que su experiencia académica sea aún mejor. “Valoro mucho el tiempo que he pasado aquí —asegura—. Me encanta poder llegar a los sitios en cinco minutos”. A su alrededor ha construido una comunidad de compañeros que ha conocido no solo en clase, sino también en los clubes y organizaciones a los que se ha unido. Actualmente, es presidenta del IE Africa Club y miembro del IE Music Club. Como ella misma dice, “tener la oportunidad de hacer lo que me gusta, desarrollar nuevas habilidades y pulir mis competencias más allá de la arquitectura ha sido muy beneficioso”.
A quienes se estén planteando cursar el Grado en Estudios de Arquitectura, les recomienda hacerlo solo si sienten verdadera pasión por este campo: “La arquitectura no está hecha para todo el mundo; tienes que ser una persona decidida para alcanzar tus metas”. Para ella, el único modo de alcanzar el éxito es dar siempre lo mejor de ti mismo, tanto en el aula como en tu vida personal.
