A smiling man in a blue suit standing outdoors with a casual posture.

Sergio de la Torre

Sobre mí

Llevo más de diez años trabajando en el sector farmacéutico y, aunque también me dediqué durante un tiempo a la investigación y el desarrollo, ahora estoy más centrado en el management y la dirección estratégica dentro de mi empresa.

El Executive MBA me ha permitido formarme en estas disciplinas, a la vez que adquiría habilidades e ideas nuevas que he podido implementar en mi día a día en la organización. Es una experiencia dura pero muy gratificante para ambas partes.

shapeSergio de la Torre
case2Directivo en Eli Lilly
mapPointEspaña
studentExecutive MBA
A row of empty Erlenmeyer flasks in a laboratory setting.

“He de decir que la transición al marketing sin una formación previa fue un gran salto al vacío, pero el Executive MBA ha sido sin lugar a duda un gran paracaídas”.

Sergio de la Torre

Después de diez años en el sector farmacéutico, ¿qué habilidades crees que necesita un directivo en esta industria? 

Un directivo en el sector farmacéutico debe tener una comprensión exhaustiva del proceso, desde la preclínica y el laboratorio hasta la entrega del producto, sin perder de vista el pulso de la innovación y las tendencias del mercado. La capacidad de integrar la ciencia y la estrategia comercial, entender la logística global y las complejidades de la distribución, así como un enfoque en la calidad y la regulación, son habilidades fundamentales. Mi experiencia en investigación clínica me proporcionó una base sólida, pero al avanzar hacia roles más comerciales vi la necesidad de tener habilidades directivas más profundas. El Executive MBA ha sido clave para desarrollar esa visión holística y fortalecer competencias de liderazgo esenciales.

¿Qué te motivó a querer cursar el Executive MBA? 

Después de sumergirme en la investigación y el desarrollo durante mi doctorado, sentí la necesidad de expandirme hacia el management y la dirección estratégica. El Executive MBA surgió como una oportunidad que podía usar dentro de mi empresa, y no dudé en aprovecharla.

¿En Eli Lilly te apoyaron desde el principio? ¿Cómo les convenciste para apostar por esta formación? 

Dicen que hablando se entiende a la gente y mi caso no fue una excepción. Argumenté que el Executive MBA no solo me prepararía para afrontar desafíos futuros, sino que también traería una perspectiva fresca y un conjunto de habilidades avanzadas directamente aplicables a los objetivos de la empresa. Al alinear mis metas de desarrollo personal con las necesidades de la compañía, quedó claro que el programa sería beneficioso para ambas partes.

Hace más de 15 años que acabaste el Grado en Farmacia. ¿Ha sido duro volver al aula? 

La transición de vuelta al aula ha sido más un bonito recuerdo que un desafío. En nuestra industria, estar continuamente aprendiendo y estudiando es una necesidad. Tengo que reconocer que hubo una curva de aprendizaje y sobre todo de lectura alta al principio, pero pronto me encontré disfrutando de la dinámica del curso y de debates enriquecedores en los que aprendo mucho de la enorme experiencia que tienen mis compañeros. Además, el compañerismo en los trabajos en equipo ha sido fundamental. Ha sido una oportunidad para recargar pilas y volver a sentirme otra vez universitario.

¿Cómo está siendo la experiencia de compaginar tus responsabilidades profesionales con las clases en el Executive MBA?

Al principio, encontrar el equilibrio entre el trabajo, el estudio y los viajes fue como intentar hacer malabares en una bicicleta en movimiento, pero con el tiempo encontré mi ritmo. La clave ha estado en la planificación y en la adaptabilidad, tanto mía como de la estructura del programa. Curiosamente, he descubierto que las habilidades que estoy aprendiendo se aplican no solo en el contexto del curso, sino en la gestión diaria de mis responsabilidades laborales, lo que ha hecho que todo el esfuerzo valga la pena.

En un puesto tan orientado al cliente como el tuyo, ¿qué conocimientos de los aprendidos en el Executive MBA te están resultando más útiles? 

He de decir que la transición al marketing sin una formación previa fue un gran salto al vacío, pero el Executive MBA ha sido sin lugar a duda un gran paracaídas. Las clases donde hemos aprendido segmentación de clientes, análisis de mercado, estrategia de canales digitales y desarrollo de campañas han sido particularmente valiosas. He adquirido habilidades para comunicarme eficazmente con diversos grupos de clientes y he aprendido a usar la información para mejorar nuestras estrategias de marketing. Esto me ha permitido abordar mi rol con una confianza y una competencia que antes no tenía.

¿Qué asignaturas del programa destacarías especialmente? 

Increíblemente, las asignaturas que más temía, como finanzas y contabilidad, han terminado siendo de mis favoritas. Encontré una nueva apreciación por los números y su papel en la toma de decisiones estratégicas. Además, el simulador de gestión fue una experiencia transformadora. Me permitió vivir la realidad de la dirección empresarial en un entorno competitivo, ya que no podíamos dejarnos ganar por el resto de los grupos. No me olvido de la asignatura de negociación, pues ahora me siento más preparado para entender y manejar las conversaciones difíciles, sabiendo cómo y cuándo presentar mis argumentos de la mejor manera.

¿Cómo valoras las oportunidades de networking del programa? ¿Qué has aprendido de tus compañeros? 

El valor del networking en IE es incalculable. Más allá del aula, he encontrado verdaderos compañeros en este mundo empresarial, cada uno con su propia historia y conocimiento que compartir. La oportunidad de aprender de sus experiencias y compartir las mías ha ampliado mi perspectiva de manera inimaginable. Hemos intercambiado ideas que han llevado a colaboraciones y proyectos que, estoy seguro, perdurarán más allá de la graduación.

Además, este networking es un tejido vivo de profesionales: no solo interactúas con tus compañeros, sino que estás permanentemente conectado a una comunidad de exalumnos y profesores vinculados a IE. Esta gran familia favorece desde encuentros informales hasta proyectos conjuntos.

¿Qué es lo que más te ha sorprendido del programa?

La sorpresa más agradable ha sido la flexibilidad del programa para acomodarse a nuestras vidas profesionales, ya que esto era algo que me preocupaba mucho al empezar. La forma en que el contenido y las tareas se integran en nuestra rutina diaria refleja un diseño del curso cuidadosamente pensado. También me ha impresionado la inmediatez con la que podemos aplicar lo aprendido en nuestros entornos de trabajo, lo que convierte cada módulo en una herramienta directamente utilizable.

¿Has notado un cambio en tu visión del sector o en tu forma de trabajar desde que cursaste el programa?

La visión de mi sector y mi enfoque hacia el trabajo han experimentado un cambio radical. He adoptado una perspectiva más estratégica, he cambiado mi forma de liderar y soy mucho más analítico en mi toma de decisiones. Actualmente, estoy dirigiendo un proyecto pionero en el uso de la IA en el departamento de Marketing y de Médica en mi empresa, algo que no hubiera podido hacer sin la base que el Executive MBA me ha proporcionado. En cada paso, he sentido el apoyo incondicional de los profesores, algo que ha sido fundamental.

¿Recomendarías a otras empresas que inviertan en que sus empleados hagan este programa?

Lo recomendaría sin dudarlo un segundo a cualquier empresa que busque nutrir y expandir las capacidades de sus líderes. La inversión en este programa va más allá de la educación individual; es una inversión colectiva con un potencial innovador claro para la empresa. Lo que aprendemos en IE realmente se lleva al siguiente nivel en la práctica. Cada nueva idea o proyecto que nace de lo que hemos aprendido aquí tiene el potencial de mejorar y expandir nuestra empresa de manera significativa.