Sweder van Zuylen van Nyevelt

A Sweder van Zuylen van Nyevelt le apasiona la propiedad intelectual. Este abogado belga se adentró por primera vez en este campo cuando estaba en los Países Bajos, haciendo un grado en Derecho Europeo en una de las instituciones educativas más importantes del país, la Universidad de Maastricht. 

En el programa descubrió cómo es la ley en distintas jurisdicciones europeas, incluidas la inglesa, la francesa, la alemana y la neerlandesa. La experiencia sirvió para cimentar su interés por la propiedad intelectual, y desde entonces está decidido a impulsar cambios positivos por medio de la práctica jurídica.

Aunque su trayectoria universitaria fue muy exitosa a nivel académico, Sweder sentía que le faltaba experiencia profesional. Por eso, durante el último curso, empezó a buscar empresas en las que hacer prácticas. Al final, tuvo la suerte de encadenar dos puestos seguidos relacionados con la PI que le ayudaron a cumplir sus objetivos.

Durante las primeras prácticas, de cinco meses, trabajó con un destacado abogado especializado en PI y tecnología que se dedica a ayudar a emprendedores que están montando su propia empresa. Allí pudo explorar en profundidad los entresijos de la legislación relacionada con los derechos de autor, el copyright y la protección de datos.

Sus segundas prácticas, de seis meses, las hizo en el departamento digital contra las falsificaciones de una importante una firma de moda de lujo. “Disfruté mucho de esta experiencia porque me proporcionó conocimientos muy valiosos”, comenta. Y, lo que es más importante, allí descubrió el fascinante mundo de la protección de marcas.

Compaginar el trabajo final del grado con las prácticas, en las que siempre trataba de de esforzarse al máximo, no fue tarea fácil: requiso de una gestión minuciosa del tiempo, perseverancia y tesón. Esa misma actitud es la que ha adoptado para sacarse el máster, y la que ha hecho que su carrera jurídica hasta la fecha haya sido tan próspera. Se decidió a cursar el Master of Laws (LL.M.) de IE Law School por la mención en Intellectual Property and Technology Law, que no está disponible en otros programas similares.

Esta vía de especialización se ofrece en colaboración con la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI), el principal foro global para la cooperación y el intercambio de información, servicios y políticas relacionados con la PI. Además de aportar una pátina extra de prestigio al programa, esta asociación garantiza que los estudiantes recibirán la información más actualizada sobre este campo y tendrán oportunidades exclusivas para aprender de (y hacer contactos con) algunas de las mentes más destacas del panorama internacional.

Sweder, que supo reconocer pronto este valor añadido, no se lo pensó dos veces y se matriculó en un máster que combina a la perfección la teoría con la práctica. “Elegí IE Law School porque el programa da mucho protagonismo a la práctica y permite a los estudiantes especializarse en propiedad intelectual desde el principio”, explica. De momento, le está gustando aprender de un claustro experto de académicos y profesionales, que no solo le aportan conocimientos teóricos en las clases, sino que también le transmiten todo lo que han aprendido en su larga trayectoria como líderes de sus respectivos campos. “Estoy seguro de que los profesores nos están ofreciendo las herramientas adecuadas para convertirnos en grandes abogados”, añade.

Sweder tiene un futuro muy prometedor por delante: espera que sus habilidades y conocimientos le permitan tener una carrera de éxito en la industria de la moda. Más concretamente, le gustaría centrarse en aquellas áreas relacionadas con la ley de PI, como la protección de marcas y la lucha contra la falsificación. Mientras tanto, anima a otros estudiantes a sumergirse de lleno en la experiencia de IE Law School: “Recomiendo colaborar con un club de estudiantes, asistir a talleres, interactuar con los profesores; pero, sobre todo, hacer amistades que sean para toda la vida”, concluye.