Álvaro Martín Sierra

¿A cuántos despachos o empresas has aplicado? ¿Cómo fue ese proceso?

Tuve la inmensa suerte de ser invitado al proceso de selección para prácticas de máster después de realizar prácticas de verano de grado en dos despachos, por lo que no tuve que aplicar a muchos sitios distintos.

Sin embargo, el proceso para conseguir prácticas de verano intenso, aplicando a decenas de despachos y empresas distintas. Es una situación que al principio abruma un poco, pero que mejora cuando sigues un método y preparas todo cuidando los detalles.

¿Por qué decidiste aplicar a esos despachos o empresas?

Tenía claro que quería iniciar mi carrera profesional en un despacho de abogados de primer nivel en el que se diera una gran importancia a la formación. En un entorno tan exigente como el de la abogacía de los negocios, me decidí por un tipo de firma que valorase especialmente el talento jurídico y personal de los candidatos.

La exposición que puedes tener en un despacho de estas características es única, tanto por la complejidad de los asuntos a tratar como por la excelencia de los compañeros de profesión. Todo ello ofrecía la oportunidad de tener un desarrollo personal y profesional muy elevado en unos pocos años, que es mi prioridad ahora mismo.

Has aceptado recientemente una oferta para incorporarte en septiembre a Uría Menéndez. ¿Cuáles fueron los principales retos que afrontaste durante el proceso y cómo los superaste?

Así es, es una alegría inmensa poder incorporarme a un despacho como Uría Menéndez y formar parte de un proyecto así. Durante el proceso de selección me enfrenté a dos retos principales.

Por un lado, la exigencia del proceso en sí, que dejó claro desde el principio la importancia que el despacho da a la excelencia de los candidatos. Sabía que el nivel técnico de las pruebas de selección era elevado, por lo que afronté el reto dedicando mucho tiempo a la preparación de las bases fundamentales de las distintas ramas del Derecho de los negocios, con especial énfasis en Civil y Societario.

Por otro lado, el carácter global del proceso de selección. El nivel técnico es sólo uno de los muchos elementos que el despacho evalúa en los aspirantes. Los entrevistadores buscan también inquietud en el candidato, un cierto nivel de cultura general e intereses más allá de lo estrictamente jurídico. Una prueba así es muy difícil de preparar y solamente se puede superar cuando verdaderamente el candidato sigue la actualidad, demuestra una pluralidad de intereses y, en general, tiene una formación sólida más allá del ámbito del Derecho.

¿Qué consejo darías a las personas que quieran aplicar a Uría Menéndez?

Sobre todo, que afronten el proceso de selección sin ningún tipo de miedo. Es cierto que supone mucho esfuerzo y que son pruebas exigentes, pero creo que somos nosotros mismos los que tenemos que empezar por creer en nuestras posibilidades y no limitar nuestras opciones.

Otro consejo que considero muy importante, y que se puede aplicar a cualquier candidatura, es que el alumno esté pendiente de las sensaciones durante todo el proceso de selección. Sentirse cómodo interactuando con los abogados del despacho y disfrutar al hacer las entrevistas es una muy buena señal de nuestro posible encaje en ese sitio.