Tomás Pelayo

Tomás Pelayo

Sobre mí

Tomás Pelayo Muñoz es experto en derecho de sociedades capitales y en derecho de sociedades capitales mercantiles. Se licenció en la Universidad de Navarra y, posteriormente, completó el Máster en Asesoría Jurídica de Empresas de IE y el curso en Fiscalidad de Empresas del centro de formación del Banco España. Es abogado y socio fundador de PCB Abogados, y árbitro en la Corte de Arbitraje de Madrid, funciones que combina con su labor como profesor en IE Law School.

shapeTomás Pelayo
case2Profesor de IE Law School
mapPointEspaña
Tomás Pelayo

"IE lleva años impartiendo estos másters, y esta experiencia es un elemento claramente diferenciador."

Tomás Pelayo

Sabemos que estudiaste en IE Law School. ¿Cómo fue tu experiencia?

Mi experiencia fue muy buena tanto por los profesores, con quienes tuve una excelente relación, como por los compañeros. Cuando llegué a IE era un teórico, es decir, sabía mucho sobre derecho, pero allí aprendí que no sirve de nada saber sobre algo si no sabes ponerlo en práctica.

La principal labor del abogado es detectar primero los problemas para poder llegar a las soluciones. Por mucho derecho que sepas, no puedes presentar una solución si no eres capaz de detectar el problema.

En el ámbito judicial, el cliente cuenta su situación a su manera. Partiendo de ese relato, el abogado tiene que ser capaz de detectar el problema para poder darle una solución.

En el ámbito docente, ese ha sido siempre mi objetivo: intentar que el alumno identifique el problema y que, a partir de ahí, encuentre la solución.

¿Cómo es tu trato con los alumnos y de qué disfrutas más cuando das clase?

Es necesario tener cercanía con el alumno, aunque siempre hay que guardar cierta distancia para mantener la relación entre profesor y estudiante, ya que pronto te encontrarás con ellos en un juzgado o negociando un contrato. Tienes que ser consciente de que lo que les enseñas es lo que estás haciendo profesionalmente.

Aprendo constantemente de mis alumnos y trato de asimilar las ideas que plantean. Cuando imparto mis clases, intento recordar cómo era estar sentado en el mismo lugar que mis estudiantes.

Para mí, el trabajo está bien hecho cuando el alumno comprende lo que explico y, sobre todo, cuando entiende su utilidad.

¿Qué tiene IE que la hace distinta de otras instituciones educativas?

Hay que destacar cuatro cosas. Primero, los profesores y los programas, que están muy bien diseñados, aunque sean mejorables. Después, los alumnos, que serán más tarde compañeros de profesión y con quienes se crea una unión en el máster que será muy importante para el futuro. Por último, las salidas profesionales, que no son comparables con las de ningún otro máster.

En comparación con otras instituciones, IE lleva años impartiendo estos másters, y esta experiencia es un elemento claramente diferenciador. Los programas jurídicos están bien enfocados a lo que actualmente demanda el mercado, y eso es lo más importante.

¿Cuáles son los principales retos a los que se enfrentan los abogados del futuro?

La internacionalización, que es diferente de la globalización. El derecho, hoy por hoy, no es único, ya que sigue habiendo ordenamientos jurídicos distintos. Aunque el mundo está plenamente conectado, no tenemos que perder de vista esa idea.

El papel de la especialización. No hay que renunciar a la especialización, pero tampoco hay que desarrollarla en exceso porque hace que se pierda perspectiva. Una decisión jurídica no puede ignorar el resto de implicaciones del ordenamiento jurídico. Por ejemplo, puedes ser mercantilista, pero tienes que conocer las consecuencias más allá de tu ámbito de práctica. No soy nada partidario de la especialización radical.

La familiaridad con el empresario. Este te va a hablar en un lenguaje que requiere unos conocimientos para que tú, como abogado, sepas qué es lo que se te pide.

La previsión respecto al cliente. Hay que ser capaz de visualizar lo que puede pasar en el futuro. No somos videntes, naturalmente, pero es fundamental estudiar los distintos tipos de escenarios y posibilidades. Tiene mucho que ver con la experiencia, y esto es lo que intentan los profesores de IE en sus clases: transmitir su experiencia.

Dada tu materia principal, ¿crees que las reestructuraciones societarias van a tener un papel importante ante la situación actual?

Siempre serán importantes. La situación actual puede influir, aunque los problemas serán otros: salvar empresas en crisis, concursos de acreedores, etc. Las reestructuraciones han sido siempre relevantes, porque creo que hay que ser capaz de dimensionar los negocios. En estos momentos de crisis, son un elemento más a utilizar.

¿Qué consejo darías a los alumnos que quieran dedicarse al derecho mercantil?

Para ser un buen abogado mercantilista, primero hay que saber qué es una empresa y, luego, hay que comprender al empresario. Este tiene unos objetivos que, en ocasiones, ni son los tuyos ni están expresados en tu propio lenguaje.

Es necesario entender qué puede pasar con la empresa. En una fusión por absorción, por ejemplo, la empresa pierde su NIF y el empresario no quiere que sea así porque es la manera que tiene de presentarse a sus clientes. Por eso es esencial que el abogado entienda a su cliente empresario.

¿Qué requisitos debe reunir un abogado mercantilista?

Saber derecho en general, derecho de sociedades y derecho mercantil. Pero, sobre todo, entender y comunicar.