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Juan Carlos Luna: "Hay que reconocer que la industria legal está cambiando"
Juan Carlos Luna, Managing Director de Lawgistic y Fundador de Lawit, organizó el México Legal Summit, un evento enfocado exclusivamente al tema de Innovación y tecnología legal en México. En esta entrevista Juan habla sobre el estado actual de la innovación tecnológica en el sector en México y Latinoamérica y da soluciones para avanzar hacia la transformación digital del sector legal, un tema aún poco explorado y analizado en la región.
Juan Carlos Luna es abogado corporativo, emprendedor y consultor con una amplia experiencia internacional, tanto como abogado externo como abogado In-House. Fundó su propia firma internacional, Lawgistic, una consultora de Management Legal, y a través de ella co-fundó LAWIT Group, un epicentro que genera ideas innovadoras y desarrolla soluciones tecnológicas para la industria legal.
Previamente, Juan trabajó en HP como Director de Proyectos Legales, transformando la infraestructura legal de la empresa con el fin de establecer una organización más eficiente y enfocada a generar valor.
“Durante más de doce años en HP, tuve la oportunidad de liderar equipos de abogados tanto a nivel regional en Latinoamérica, como en un proyecto global de estructuración de las operaciones legales de la empresa, lo que me permitió tener interacción con varios de los nuevos modelos de soporte legal que estaban teniendo sus primeros éxitos y que brindaban respuestas y soluciones a los retos que desde el punto de vista de eficiencia estaba buscando la empresa”, asegura Juan.
En abril, IE Law School colaboró en el evento Mexico Legal Summit, un encuentro de alto nivel diseñado para que los abogados de la región conozcan y se familiaricen con las nuevas tendencias y herramientas globales que están transformando y redefiniendo el sector y la práctica legal.
México y Latinoamérica se encuentran en una fase inicial en lo que respecta al conocimiento y adopción de soluciones y herramientas tecnológicas para transformar a los servicios legales, por eso resultaba fundamental establecer un primer semillero que pusiera luz en temas aún poco explorados y analizados en la región, aseguró Luna.
“La idea de traer a México un evento de esta naturaleza nació hace un año, y se generó porque el enfoque, interés e impacto de estos temas estaba creciendo a nivel global. Este tipo de eventos han crecido a lo largo de Estados Unidos, Europa y Asia, y eso nos hizo comprometernos a diseñar lo que sería el primer evento enfocado exclusivamente al tema de Innovación y tecnología legal en México. Afortunadamente, el evento que llevó el nombre de Legal Summit México – Re-Designing the Business of Law, y que tuvo lugar en la Ciudad de México el 12 de abril, resultó ser todo un éxito. Más de 150 participantes tanto del mundo de despachos como de empresas, tuvieron la oportunidad de escuchar a 13 expositores de nivel internacional – entre ellos a Marti Manent y Daniel Katz, codirectores del Master en Legaltech de IE Law School – quienes aportaron sus experiencias, conocimientos y perspectivas sobre la disrupción que se está dando en la Industria legal”, asegura Juan Carlos Luna, alumni de IE Law School (Lawyers Management Program).
¿Cuál es la situación actual de la legaltech en el mercado latinoamericano, y cuáles son las necesidades?
Las necesidades son muchas, pero la más importante, es la de reconocer que la industria legal está cambiando, aceptando que no se trata de una moda transitoria, y que dicho cambio va a darse a una velocidad cada vez más mayor, y finalmente que la opción es subirse al tren del cambio, o pretender detenerlo con la negación de evidencias que sobran. Desde el punto de vista de la maduración del mercado de legaltech, ya se empiezan a ver algunas señales que apuntan a que el tema está generando mucho interés, por la necesidad de los jugadores de la industria legal, por mantenerse competitivos, y por la presión cada vez más en aumento de los clientes. Pero aún hay mucho camino que recorrer.
¿Cómo ves la evolución de la tecnología legal en México y Latinoamérica?
Sin duda se necesita la acumulación de muchos esfuerzos que deberán darse desde distintas trincheras (profesional, académica, de asociaciones de abogados, etc) para proyectar lo que ya ha sucedido en otras regiones, bajo distintos modelos, y con diferentes y más innovadores esquemas de gestión y soluciones tecnológicas. El campo de oportunidad es gigantesco, pero sin duda tomará tiempo el establecer las condiciones necesarias, para que se logren aprovechar todas las ventajas que esto ofrece.
¿Cuál es el reto más importante que enfrenta la legaltech para que realmente arranque en la región?
Me parece que deberíamos verlo como una serie de retos que son parte de una misma cadena, y donde hay que trabajar con cada eslabón de manera muy puntual, para poder aumentar las posibilidades de éxito. Desde una perspectiva muy general, y sólo por mencionar a grandes rasgos cuales son esos principales eslabones de la cadena que frena la capacidad de cambio hacia mayores niveles de desempeño, podemos mencionar los siguientes. (i) el primero es el de romper paradigmas, para poder entender que el trabajo legal, ya no es exclusivo de los abogados…este aspecto cuesta mucho digerirlo, pero es fundamental el reconocer que ya existen distintos jugadores, dentro de diferentes tipos de firmas de servicios, que llevan años comiéndose parte del negocio de los despachos. A veces son otros abogados lo que han construido esos vehículos, pero en muchas ocasiones, ni siquiera hay este tipo de profesionales, generando valor en aquellos tipos de soporte que brindan mejores herramientas de gestión, de control, de inteligencia, de investigación, etc……y eso es apenas el comienzo de una tendencia que va aumentando a gran velocidad; (ii) relacionado con el punto antes mencionado, está la necesidad de reconocer que ha habido un grado de arrogancia dentro del mundo legal, que ha impedido reconocer que los entregables de los servicios técnicos jurídicos, caen dentro de esquemas que pueden ser mucho más competitivos si se adaptan herramientas que así los puedan generar, tramitar, medir y comunicar, sin embrago no es novedad que ha sido la propia industria legal en buena medida, la responsable de haber intentado nulificar o aminorar los argumentos, datos y realidades hoy muy vigentes de estar viviendo una muy significativa disrupción de nuestra industria, o por lo menos, esto ha zanjado una muy clara distinción entre quienes ven en dicha disrupción una amenaza y quienes ven una gran oportunidad.
Lo que es innegable, es que no hay marcha atrás, y de que, como Industria, ya vamos tarde en la reacción ante las nuevas exigencias.
¿Cuál es tu consejo para los abogados que quieren innovar y dar el salto digital en el sector?
Un buen consejo, es el estar muy alerta y abrir la mente para identificar cualquier aspecto que pueda mejorarse dentro de su actividad profesional, si se utilizan herramientas de innovación en la gestión y soluciones tecnológicas. El sector Legaltech ya arrancó, y ha dado pasos muy importantes. No son temas en lo que la pregunta sea cuando nos llegarán… sino, cómo estamos reaccionando ante su ya inminente efecto. Hay muchos y muy valiosos ejemplos que se tendrá que ir analizando, para evaluar su aplicación, y con los que se puede empezar a tomar pequeñas acciones, que nos encaminen hacia a una transformación sostenible, que garantice mejores prácticas, con herramientas bien seleccionadas, y con un plan de negocios que les de sustento. Pero esto no es sencillo, ya que sin una planeación que incluya una buena base de conocimientos de lo que está sucediendo con las tendencias que ya han tenido un grado de aceptación en otros países o regiones, y sin un buen análisis de prioridades y de dejarse ayudar por expertos que faciliten su implementación, los intentos mal estructurados, no solo pueden ser frustrantes sino muy costosos.
¿Cuán lejos crees que llegará la automatización en el sector?
Hay países y regiones más avanzadas en el conocimiento y experiencia en la implementación de ciertos modelos que han ayudado a la automatización del sector. Ya sea por el tamaño de su mercado, por lo activo de su propia industria legal, y por las presiones económicas de los clientes, se han dado distintos niveles de urgencia en la implementación. Lo que es innegable, es que no hay marcha atrás, y de que como Industria, ya vamos tarde en la reacción ante las nuevas exigencias. Será ahora una cuestión de qué tan rápido se puede avanzar en tres frentes:
- El de la concientización de los actores actuales del mundo legal, tanto firmas, jurídicos de empresas, áreas legales del sector público, fedatarios y servicios legales relacionados
- En la velocidad de transformación de nuevas soluciones, que se están generando en una nueva rama de negocios relacionada al desarrollo de tecnologías legales, a través de empresas globales, y también de startups.
- De la influencia que se generé desde el semillero mismo, representado por las instituciones académicas, que logren modernizar su currículo, aplicando nuevas metodologías que multipliquen la capacidad de aprendizaje ante una nueva realidad que requiere nuevas capacidades, perspectivas interdisciplinarias, y una nueva mentalidad orientado a romper paradigmas, que generan el peligro de una cada vez más acelerado riesgo de obsolescencia.
Si estos procesos son exitosos en sembrar y construir nuevos modelos educativos y de prestación de servicios, la transformación de la industria legal, tendrá mayores oportunidades de no quedar rezagada en un mundo en constante evolución.