Dobles Másters en Acceso a la Abogacía y Procura

La Ley 34/2006, de 30 de octubre, sobre el acceso a las profesiones de Abogado y Procurador de los Tribunales, ha creado un nuevo procedimiento para obtener el título profesional de abogado que obliga a los graduados en Derecho a cumplir con dos nuevos requisitos para poder ejercer la abogacía.

En primer lugar, se debe superar el Máster Universitario en Acceso a la Abogacía y Procura, y completar las prácticas externas necesarias para finalizar dicho máster, y, en segundo lugar, se ha de superar el examen estatal de Acceso a la Abogacía y Procura.

La nueva ley afecta a todos aquellos que hayan obtenido el título de graduados o licenciados en Derecho con posterioridad al 31 de octubre de 2011 y quieran ejercer la abogacía en España. De este modo, ya no será suficiente contar únicamente con el título de grado o licenciatura.

Para aquellos que hubieran obtenido el título en derecho con anterioridad al 31 de octubre de 2011, se plantean los siguientes escenarios:

– Si ya estuvieran colegiados en fecha de la entrada en vigor de la nueva ley (31 de octubre del 2011), ésta no les será de aplicación. Por otro lado, tampoco resultará de aplicación para aquellos que, a pesar de no estar colegiados en la fecha de entrada en vigor, lo hubieran estado durante un período mínimo de un año, resultando obligatorio volverse a colegiar para poder ejercer como abogados.
– Los licenciados que no se hubieran encontrado en ninguno de los casos anteriores y que hubiesen obtenido asimismo el título antes del 31 de octubre de 2011 deberán haberse colegiado antes del 31 de octubre de 2013 para evitar que se les aplique el nuevo sistema.

Asimismo, aquellos que contasen con un título extranjero homologado antes del 31 de octubre de 2011 tampoco estarán sujetos a la nueva ley, aunque se deberán colegiar en un plazo máximo de dos años a partir de la fecha de obtención de la homologación.

Los Másters Universitarios en Acceso a la Abogacía y Procura serán impartidos bien por universidades públicas o privadas que cumplan con los requisitos del marco de enseñanza para la obtención de un título de máster universitario oficial. También podrán impartirlos aquellas escuelas de práctica jurídicas creadas por colegios de abogados que hayan sido homologadas por el Consejo General de la Abogacía.

Con el fin de superar el Máster de Acceso a la Abogacía y Procura, los candidatos han de completar en primer lugar, un plan de estudios de 60 ECTS, que abarca los contenidos que establece la Ley 34/2006, y, por último, superar un periodo de prácticas de 30 ECTS, ambos requisitos previos e imprescindibles para poder presentarse al examen de capacitación profesional.

Los 60 créditos formativos han de ser impartidos por un claustro compuesto tanto por profesores universitarios como abogados, no pudiendo superar ninguno de los dos colectivos el 60% total del claustro ni estar por debajo del 40% del mismo.

El Ministerio de Justicia proporciona un registro informativo sobre las instituciones y cursos que están acreditados, de acuerdo al Reglamento de la Ley 34/2006, de 30 de octubre.

Un factor muy importante a la hora de decantarnos por una u otra institución, es la calidad de la enseñanza que se oferta, el prestigio y experiencia profesional del profesorado y el contenido del programa. También se han de considerar los convenios o acuerdos de la institución con los distintos despachos y empresas donde el alumno pueda realizar sus prácticas. Por último, también es conveniente informarse sobre las becas y opciones de financiación que ofrecen las instituciones para cursar el máster.

El Máster de Acceso a la Abogacía y Procura ha de cumplir con la formación específica que contempla la Ley 34/2006, la cual prepara al estudiante para los retos futuros que se encontrará en el ejercicio profesional de la abogacía y como colaborador de la Administración de Justicia, con el fin de garantizar a los ciudadanos un asesoramiento de calidad y una tutela judicial efectiva.

Por tanto, el máster debe brindar toda la formación exigida por la Ley 34/2006, necesaria para superar el Examen de Acceso a la Abogacía, entre lo que se incluye:

– Saber aplicar conocimientos específicos a la realidad cambiante a la que se enfrentan los abogados.
– Conocer los deberes y derechos deontológicos relativos al ejercicio de la abogacía.
– Conocer los distintos tipos de procedimientos, aprender a integrar la defensa de los derechos de los clientes en el marco de los sistemas de tutelas jurisdiccionales nacionales e internacionales y ser capaces de elegir la estrategia adecuada para la defensa de los derechos de sus clientes.
– Aprender a ofrecer soluciones y métodos alternativos a la vía jurisdiccional, identificar conflictos de intereses y aplicar técnicas para su resolución.
– Saber cómo desenvolverse en el entorno corporativo en el que se engloba el ejercicio de la profesión y ser capaz de trabajar en equipo organizando y potenciando los recursos de los que dispone.
– Desarrollar sus habilidades interpersonales y saber exponer y argumentar de forma oral y escrita hechos jurídicos.

Los 30 ECTS de formación práctica pretenden dotar al alumno de experiencia en el entorno profesional real, con el fin de conocer cómo se desarrolla el ejercicio de la abogacía dentro de las distintas instituciones en las que trabaja un abogado. Las prácticas también permiten al alumno desarrollar las competencias y habilidades interpersonales necesarias para ejercer la profesión y necesariamente complementarias a un sólido conocimiento jurídico.

Las prácticas se realizarán en instituciones, entidades o despachos, relacionados con el ejercicio de esas profesiones.

Los másters no presenciales permiten al alumno completar la formación teórica sin necesidad de asistir a clase para poder organizar su tiempo y compaginar su formación con el ámbito laboral. Por otro lado, cursar el máster de manera presencial permite al alumno ganar experiencia práctica y desarrollar las habilidades de comunicación necesarias para el ejercicio de la abogacía, además de contar con la oportunidad de ampliar su red de contactos al tener un mayor contacto con sus compañeros y profesores.

Para poder presentarse al examen, es requisito obligatorio haber superado la formación y las prácticas externas del Máster de Acceso a la Abogacía y Procura.

El examen cuenta con dos bloques distintos:

– 50 preguntas sobre materias comunes al ejercicio de la profesión de abogado.
– 25 preguntas sobre materias específicas a elegir entre las siguientes especialidades jurídicas: civil y mercantil, penal, administrativo y contencioso-administrativo, y laboral. A estas 25 preguntas se le sumarán 6 preguntas de reserva para el bloque de materias comunes al ejercicio de la profesión de abogado, y 2 por cada especialidad jurídica del bloque de materias específicas.

El cuestionario se valorará sobre una escala de 0 a 75 puntos, obteniéndose 1 punto por cada respuesta correcta, descontando 0,33 puntos por cada respuesta incorrecta y no obteniendo ninguna puntuación por las preguntas no contestadas. La calificación total se obtendrá mediante la suma de las puntuaciones obtenidas por las respuestas correctas a las que se deduce las incorrectas.

La calificación final del examen puede ser “apto” o “no apto” y resultará de la media ponderada entre el 70 % de la nota obtenida en la evaluación y el 30 % de la nota obtenida en el curso de formación (el Máster de Acceso a la Abogacía y Procura).

En la página web del Ministerio de Justicia se encuentra una guía práctica informativa sobre la prueba, así como algún modelo de “prueba piloto”.

Cada candidato recibirá su calificación a través del Ministerio de Justicia.

La convocatoria para el Examen de Acceso a la Abogacía y Procura tiene lugar mínimo una vez al año.