Miguel Brines
Profesional de la industria automotriz con más de 15 años de experiencia. Escribo y enseño sobre mi experiencia, sobre búsqueda de empleo y sobre sostenibilidad. En definitiva, sobre qué cosas dirigen a las personas hacia el éxito. Recientemente he publicado mi segundo libro, Introducción a la selección, evaluación y gestión del riesgo de proveedores en la cadena de suministro y compras. Entre mis intereses están las redes sociales, la innovación, los automóviles y la industria automotriz. Me gustan las ideas, los conceptos, las nuevas tendencias y encontrarme en un camino de mejora continua.
“Es un honor haber estudiado en IE y recibir ese trato tan personal que la distingue de otras escuelas de similar prestigio.”
Miguel llegó a IE en busca de cambios. Tras 15 años de experiencia en el sector automotriz en mercados internacionales, quería conocer un nuevo sector y ampliar sus conocimientos. Este programa le ha permitido conocer distintos puntos de vista y entrar a formar parte de una comunidad de la que se siente orgulloso.
¿Por qué decidiste ampliar tu formación en IE?
Todo vino rodado en un momento de 2019 en el que necesitaba conocer nuevas escuelas de negocios y me planteaba un cambio de sector. Justo en ese momento recibí un anuncio en redes sobre el Programa de Dirección y Gestión Estratégica del Universo del Lujo. Combinaba temas de management y suponía un puente al sector del lujo, muy interesante para mí.
Vengo de otras escuelas de negocios. De hecho, soy profesor de la asignatura de Compras en un máster de otra escuela de negocios. Siempre me habían hablado muy bien otros profesionales acerca de IE a nivel de prestigio, reputación y calidad de la docencia.
Me pareció una gran oportunidad a nivel de carrera, y también para conocer un nuevo sector, cursar un programa con una agenda bien organizada y con profesores exquisitos. Siempre he asociado IE a la proximidad que tiene con las mejores empresas españolas. Finalmente, creí que era la excusa perfecta para pasar un tiempo en Madrid, que cada día se consolida más como centro de negocios europeo y siempre es una ciudad acogedora y muy agradable.
La impresión que me he llevado de IE superó mis más altas expectativas. Me siento orgulloso de ser ahora un antiguo alumno.
¿Crees que tu paso por IE ha cambiado tu enfoque a nivel laboral?
Mi paso por IE fue un poco abrupto porque estaba estudiando ahí cuando golpeó la pandemia y pasamos de golpe al confinamiento, sin vivir yo en Madrid. Tuve que abandonar el programa pero, afortunadamente, IE y, especialmente, Marcelino Lominchar y Susana Campuzano me ayudaron a encontrar una fórmula que me permitiese finalizar satisfactoriamente mis estudios.
Pasar por una escuela de tanto nivel como IE, con compañeros de estudios de tan alto nivel y talento, desde luego que impacta. Ni que decir tiene que el nivel del profesorado es altísimo.
Creo que en mi caso me impactaron positivamente dos cosas: en primer lugar el enfoque, pues estuve en contacto con todo tipo de puntos de vista profesionales y generacionales gracias a mis compañeros; y también el conocimiento, pues he aprendido mucho sobre el mundo del lujo, el retail, la transformación digital, el marketing y otras áreas de negocio.
A nivel personal no estoy reactivando mi carrera, estoy tranquilo. Pero estoy seguro que en cuanto lo haga utilizaré el enfoque de IE y acudiré a eventos y actividades suyas, sin lugar a dudas, para poder seguir formándome y crecer. Un honor haber estudiado allí y recibir ese trato tan personal que distingue a IE de otras escuelas de similar prestigio.
¿Cuál es tu situación profesional en la actualidad?
Mi situación actual se basa en consolidar mi experiencia en el ámbito de las compras y la consultoría de compras. Sobre todo deseo adaptarme al entorno español, dado que he trabajado muchos años en management internacional y necesito ubicarme con los sectores económicos de aquí. Me gustaría seguir desarrollándome en España, creo que he viajado y vivido fuera durante mucho tiempo.
¿Hay una lección valiosa que aprendiste durante el programa?
La verdad es que podría destacar muchas lecciones y me cuesta encontrar una.
Por un lado, me gustaría destacar a las personas. Tengo mucho que agradecer a Marcelino Lominchar y Susana Campuzano. Recuerdo perfectamente una clase introductoria de Marcelino que, por primera vez en mi vida y después de más de un máster, me sirvió para entender del todo en qué consiste estudiar en grupos. Nos dijo: “Escuchad a la persona que menos hable del grupo y fomentad que participe, porque igual tiene las ideas más disruptivas”. Esta sensación de unidad es un rasgo distintivo de IE. Me gustaría agradecer todo su apoyo durante los estudios.
La preocupación por los alumnos es la otra lección que me llevo: nos aconsejan, apadrinan y nos dan el coaching que necesitamos. No solo todo funciona bien en IE, sino que luego cuentan con profesionales como Susana, que personalmente me dedicó varias conversaciones y se preocupó por mí previamente y durante mi paso por la escuela, especialmente para asegurarse de que me adaptaba bien al llegar. Solo tengo halagos para ella, pues pude repetir clase con ella y me volvió a sorprender un año después. La calidad de la enseñanza y la búsqueda de modelos educativos innovadores es quizás otro signo distintivo del IE.
¿Hay alguna historia inspiradora que te gustaría compartir con tus compañeros?
Yo creo que mi experiencia personal fue muy inspiradora. Después de tener que abandonar el programa por el confinamiento y, cuando ya daba por perdida la oportunidad de recuperar la experiencia, me encontré estos dos ángeles, que se preocuparon mucho por ofrecerme una experiencia formativa alternativa, igual de enriquecedora o más; siempre con un trato humano exquisito y la máxima educación. De verdad, siempre he pensado que nunca hay que tirar la toalla.
Yo creo que hay algunos ángeles en IE que me lo confirmaron. Disfruté mucho los programas de 2021 que no pude acabar en 2020. Mucho.