El Legal Project Management (LPM), el Legal Process Improvement (LPI) y el Legal Design Thinking (LDT) son los nuevos marcos de trabajo para el abogado del siglo XXI. Esto significa que tanto en despachos como en departamentos de asesoría jurídica corporativa hace falta aprender el core de estas disciplinas y potenciar las skills que sean necesarias, para poder gestionar proyectos jurídicos, pero también proyectos estratégicos, organizativos y de transformación digital con mayor eficiencia, agilidad y calidad. Estos nuevos enfoques, además de generar mayor rentabilidad y sostenibilidad, también permiten mejorar la experiencia del cliente, centrándose en la delivery del servicio jurídico, así como el clima laboral, favoreciendo dinámicas de colaboración y co-creación en equipos transversales.

Este curso cumple con los requerimientos para poderse certificar como Legal Project Practitioner (LPP) y Legal Process Improvement profesional (LPIP) con el International Institute of Legal Project Management (IILPM).