Fernando de Roda
Nací y crecí en España, pero desde que acabé la universidad he ampliado mis horizontes gracias a mis viajes a varios países: desde Estados Unidos hasta el Reino Unido, Italia o Polonia. Estudié ingeniería industrial en Madrid, y me incorporé a un equipo de fabricación de General Electric en Cambridge, en el Reino Unido, nada más acabar la carrera. A medida que iba adquiriendo experiencia, fui descubriendo mi pasión por la consultoría, lo que me animó a empezar a especializarme en inversiones bancarias. Aunque cualquiera diría que las emociones de un ambiente emprendedor tan estresante son más que suficientes, la verdad es que me saben a poco. En mi tiempo libre practico actividades como el esquí, el senderismo, el ciclismo de montaña o el kitesurf para conseguir un subidón de adrenalina. Mi lema es «nunca digas no», algo que nunca he hecho.
“Nunca digas no. Es un mandato que tenemos que enseñar a nuestros hijos para que crezcan siendo proactivos y valientes.”
La llamada del deber
Una naturaleza curiosa y una mentalidad ambiciosa dan color a la vida personal y profesional del profesor Fernando De Roda. Desde que se graduó a principios de los 90, Fernando ha demostrado que la persistencia, la curiosidad y el afán por aprender pueden llevar a grandes cosas. A pesar de que en sus inicios profesionales tuvo que enfrentarse al reto de trabajar en un idioma nuevo, Fernando perseveró y supo encontrar fuerza en la debilidad. La confianza en sí mismo fue lo que le sirvió para impulsarse hacia adelante.
Fernando considera los inicios de su carrera profesional como uno de sus mayores éxitos. Después de graduarse en la Universidad Politécnica de Madrid en 1991, comenzó a trabajar con General Electric en el Reino Unido. Su bajo nivel de inglés y su completa falta de experiencia profesional práctica fueron escollos que, en lugar de derrotarlo, lo ayudaron a hacerse más fuerte. Ante esta situación, Fernando se entregó a su trabajo, y no tardó en conocer la fuerza impulsora que lo acompañaría a lo largo de décadas de crecimiento profesional y personal.
Todo comenzó cuando le pidieron que trabajara en un proyecto de consultoría de General Electric. Allí fue donde descubrió una pasión latente por el trabajo de consultoría. Con ganas de adquirir más experiencia, se incorporó a Accenture, donde durante los tres años siguientes se especializó en proyectos de estrategia para clientes corporativos. Con la mirada puesta en la construcción de su portfolio, dedicó los cuatro años siguientes a las finanzas corporativas, una experiencia que finalmente le llevó a unirse al Grupo Enel, donde permaneció durante casi dos décadas.
Pero el espíritu emprendedor seguía llamando a Fernando, y cuando se le presentó una oportunidad de invertir no pudo decir que no. Desde hace más de un año, el profesor De Roda ha dedicado su tiempo a promover soluciones de energía sostenible en el mundo financiero desde la empresa Greenward Partners, de la que es cofundador. Para Fernando, el reto de contribuir a este mundo de energía limpia era algo ineludible. «Fue la llamada del deber —dice— para la que sentía que estaba listo y preparado».
Fernando es la prueba de que cualquier momento es bueno para cambiar las cosas. A la edad de cincuenta años, se despidió de un cómodo cargo directivo en una gran empresa consolidada para convertirse en emprendedor y propietario de su propia empresa. Ahora está listo para compartir lo aprendido con los estudiantes de IE University.
No es de sorprender que el profesor De Roda sea un hombre arriesgado, tanto en su vida profesional como en la personal. En su tiempo libre, después de buscar nuevas inversiones o enseñar los fundamentos del sector inmobiliario en clase, Fernando se dedica a practicar deportes de aventura como el esquí, el senderismo, la bicicleta de montaña y el kitesurf. La mayor parte del verano la pasa a merced del viento, dispuesto a cambiar sus planes en cualquier momento para lanzarse a la aventura.
Su incorporación a IE University como profesor adjunto de la asignatura de Corporate Real State en 2017 le ha permitido aportar una perspectiva realista a sus alumnos cuando estos dan sus primeros pasos en su carrera profesional. Fernando es un aprendiz eterno que espera servir de inspiración a sus estudiantes para animarles a buscar una visión de conjunto del mundo de la inmobiliaria corporativa. Por encima de todo, su búsqueda constante de nuevas experiencias y desafíos es un modelo que sus estudiantes pueden reproducir cuando construyan sus propios sueños.
