A young man in a business suit standing confidently in a modern office environment.

Alberto Puliga

Sobre mí

Nací y crecí en Milán, Italia. Actualmente estoy cursando el tercer año del Grado en Computación e Inteligencia Artificial de IE University. Cuando no estoy estudiando, me gusta estar al aire libre y practicar deporte: si me necesitas, búscame en una pista de tenis o en un campo de golf. También toco la guitarra y me encanta pasear por Madrid, una ciudad llena de callejuelas y bares por descubrir.

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case2Estudiante de grado
mapPointItalia
studentGrado en Computación e Inteligencia Artificial
Three young men smiling and posing together with a certificate at a tech event.

"En la informática, tener un enfoque práctico es superimportante. Aunque sepas mucha teoría, a la larga lo que importa es que seas capaz de resolver los problemas a los que te enfrentas".

Alberto Puliga

La informática aplicada a problemas del mundo real

Además de sentir pasión por la informática, Alberto Puliga es una persona creativa con ojo para los negocios. Estudia el Grado en Computación e Inteligencia Artificial, y durante su tiempo libre ha inventado un brazo robótico guiado por IA en el Robotics & AI Lab. Recientemente, además, ha puesto en marcha su propia startup.

Esta empresa, que fundó con dos compañeros durante el Tech Venture Bootcamp de IE School of Science & Technology, marca el inicio de su carrera como emprendedor. Su equipo ganó el concurso del bootcamp, lo que les dio acceso al Venture Lab de IE University. En esta incubadora de startups pudieron prepararse para la realidad del mundo emprendedor: recibieron asesoramiento, clases sobre cómo presentar el proyecto o cómo adaptar su producto al mercado, etc.

La startup de Alberto, Sunship, trata de cubrir algunas carencias del sector de la energía solar. Él y sus compañeros, Daniel y Paul, querían agilizar el flujo de trabajo de los promotores sociales en operaciones a gran escala. Daniel, que ya había trabajado con su padre en este sector, se fijó en que los promotores solares suelen utilizar herramientas desfasadas como Excel para gestionar proyectos complejos. Como alternativa, el equipo ha ideado una plataforma que optimiza todo el proceso de desarrollo de un parque solar.

Esta solución se ocupa de la etapa inicial, que va desde la búsqueda del terreno y la obtención de permisos hasta la preparación previa a la construcción. A menudo, estas tareas se gestionan ineficazmente, sobre todo en el caso de promotores grandes que operan en diferentes regiones con normativas específicas. Con esta herramienta centralizada, el equipo quiere simplificar el proceso, evitando retrasos y mejorando la eficiencia general. La solución es especialmente útil para promotores a gran escala, que deben dirigir múltiples proyectos en distintas ubicaciones.

Alberto y su equipo están muy orgullosos de la experiencia que han adquirido en este proyecto. Él, por ejemplo, tuvo que aprender JavaScript por su cuenta para desarrollar la plataforma. “No conocía este lenguaje, así que tuve que estudiarlo de cero, pero pude aprender por mi cuenta con la ayuda de mi amigo Daniel”, explica. La experiencia práctica de presentarlo ante un grupo de inversores en el Venture Lab también les resultó muy valiosa.

Pero a Alberto le apasiona resolver problemas desde que era pequeño, por influencia de su padre, que era ingeniero eléctrico. De hecho, lo que más le atrajo de IE University fue su enfoque práctico de la enseñanza. En sus programas de computación, los estudiantes tienen la oportunidad de aplicar inmediatamente lo aprendido, lo que contrasta con la metodología teórica más tradicional de otras universidades. “En la informática, tener un enfoque práctico es superimportante. Aunque sepas mucha teoría, a la larga lo que importa es que seas capaz de resolver los problemas a los que te enfrentas”, asegura.

Después del grado, Alberto aún no ha decidido qué hará: tal vez siga formándose o se vaya a Estados Unidos a trabajar. No sabe si es mejor empezar un máster nada más terminar o si debería incorporarse primero al mercado laboral, pero lo que sí tiene claro es que, sea como sea, quiere seguir desarrollando sus habilidades técnicas y emprendedoras.

Nunca imaginó que se convertiría en empresario y, según cuenta, esta faceta suya es algo que ha descubierto “por casualidad”. No obstante, la experiencia le ha dado ganas de seguir emprendiendo y crear un proyecto de impacto. Le gustan las startups porque son empresas prácticas por naturaleza, donde cada decisión afecta directamente al resultado del proyecto, mientras que en las grandes compañías tecnológicas el trabajo está mucho más segmentado.

Alberto, que sigue desarrollando su startup, reconoce la importancia de la energía renovable a escala global. Su plataforma tiene potencial para acabar con las ineficiencias del sector de la energía solar, ayudando a los promotores a gestionar proyectos con mayor eficacia. Tanto si sigue expandiendo esta empresa como si opta por cambiar de trabajo o seguir estudiando, está decidido a resolver problemas complejos para tener un impacto notable en su entorno.

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