Aránzazu de la Linde
Crecí en Marbella, una ciudad andaluza pequeña pero muy animada, y tenía muy claro que quería cursar mi educación superior en un entorno similar. La diversidad es algo que siempre me ha atraído, porque me eduqué en un ambiente internacional donde mis compañeros y mis profesores provenían de muchos puntos del mundo. Esa costumbre de compartir experiencias con personas de diferentes nacionalidades fue lo que despertó mi interés por los estudios internacionales. Tan pronto como descubrí IE University, me di cuenta de que era el lugar perfecto para seguir mis planes, ya que es una institución donde convergen personas de todo el mundo para compartir sus voces y puntos de vista. Después de pasar cuatro años aquí, confieso que nunca hubiera pensado que podría disfrutar de una experiencia tan internacional en mi propio país.
"Make the most of every second of every minute of every hour of every day—because life is a treasure and it should be lived with enthusiasm. Every opportunity should be cherished."
Una experiencia internacional que te prepara para una realidad global
A Aránzazu le ha interesado la justicia internacional desde pequeña, y siempre tuvo muy claro lo que quería estudiar. Durante su etapa escolar, se interesó por el programa Modelo de Naciones Unidas (MUN) y participó en actividades de debate que le permitieron acercarse a la realidad global. En poco tiempo se convirtió en una cara asidua de los eventos organizados por el MUN, y asistió a conferencias internacionales en ciudades como Estambul, Atenas, Londres o La Haya. En estos encuentros, Aránzazu representó a países tan distintos como Italia o Mongolia en debates donde se discutían temas de gran transcendencia internacional como la democracia, la vigilancia de las personas o la protección de minorías étnicas y religiosas en zonas de conflicto. Su experiencia en el MUN le dio una sólida base desde la que abordar las relaciones internacionales, y también la ayudó a comprender la realidad del trabajo que desarrollan las organizaciones mundiales.
Toda esta experiencia le sirvió para intentar trasladar su interés por los derechos humanos y los temas internacionales a sus objetivos académicos. El doble grado de IE University se presentaba como la solución perfecta, ya que combinaba su interés por las relaciones internacionales con una sólida formación técnica en derecho. Aránzazu también se sintió atraída por el enfoque multijurisdiccional y comparativo de IE Law School, que ofrece un conocimiento globalizado del derecho y da muchas ventajas a la hora de seguir una carrera internacional.
Mientras completa su cuarto curso del Doble Grado en Derecho + Relaciones Internacionales, Aránzazu reconoce que el programa le ha dado una perspectiva más crítica desde la que afrontar las relaciones internacionales. Ahora, cuando analiza la situación de la política mundial, es consciente de las complejas corrientes y relaciones dentro de la comunidad internacional, y tiene también una visión más técnica de los aspectos legales y éticos que afectan a los acontecimientos globales.
Aunque la pandemia por COVID-19 ha presentado grandes desafíos, Aránzazu está gratamente impresionada por la forma en que IE University ha respondido esta situación. La transición al formato blended fue eficiente, inmediata, y dio en todo momento prioridad a los estudiantes. La completa flexibilidad de este formato es algo que diferencia claramente a la universidad de otras instituciones. Aunque se siente afortunada por poder asistir de forma presencial a las clases gracias a los estrictos protocolos de seguridad implementados, disfruta de las sesiones a distancia donde la tecnología le permite compartir el aula con compañeros de múltiples nacionalidades. La metodología Liquid Learning también le ha enseñado a aprender de forma independiente, una destreza que considera crucial para la vida profesional.
Sus otras aficiones extracurriculares la ayudan a desconectar del mundo académico. Aránzazu es una apasionada de los deportes, y entrena cada semana con el equipo de pádel de IE University, con el que participa en campeonatos en toda España. También disfruta haciendo surf, esquiando y jugando al tenis. La música es otra de sus aficiones, tanto es así que completó 10 años de conservatorio y trabajó como profesora de piano antes de entrar en la universidad. En sus ratos libres, a Aránzazu le gusta viajar y salir con sus amigos por Madrid.
Con unas metas tan ambiciosas como las suyas, Aránzazu no se queda de brazos cruzados y ha tomado una actitud proactiva en la búsqueda de experiencia práctica y en la ampliación de su red de contactos profesionales. Tras labrarse un currículum impresionante con el apoyo de la universidad, recibió una oferta para hacer unas prácticas profesionales en el Consulado de España en Miami. Por desgracia, la pandemia le impidió aprovechar esta oportunidad, aunque no dejó que eso la echara para atrás. Todo lo contrario, Aránzazu ha conseguido ser seleccionada para participar en un programa de prácticas a jornada completa en el prestigioso despacho de abogados Pérez-Llorca. Pronto la veremos en el departamento de Derecho de la Competencia de esta prestigiosa firma, trabajando en una de las áreas del derecho que más le gustan.
Su trabajo ideal sería formar parte del servicio diplomático español, donde le gustaría llevar a cabo proyectos transnacionales de impacto y seguir descubriendo nuevas culturas y lenguas. Si eso no fuera posible, también sería feliz trabajando para una organización internacional como la Comisión Europea o la ONU, o en proyectos de desarrollo en el Banco Mundial, a ser posible, siempre sobre el terreno. Como conoce a la perfección la feroz competencia del sector y sus retos, Aránzazu está decidida a acumular toda la experiencia y los conocimientos que pueda para poder hacer realidad sus sueños.