Carlos Loaiza
Me llamo Carlos Loaiza, pero todos me llaman Charlie. Nací y me crie en Quito, la capital de Ecuador. Me apasiona el diseño, y creo que mis raíces han influido mucho en mi identidad como persona y como diseñador, que está marcada por el color, la cultura y la vitalidad. La creatividad siempre ha estado presente en mi vida, por lo que desde bien pronto supe que quería ser diseñador. Mi origen latino y mi anhelo por crear y experimentar han sido los dos factores que me han convertido en el diseñador que soy ahora.
"La mejor herramienta para un diseñador es tener una mente abierta y creativa".
Creatividad y pasión por el diseño
Charlie Loaiza, estudiante del Grado en Diseño, odia las etiquetas, pero si se tuviera que definir de alguna manera, diría que es “creativo”. Siempre le ha gustado experimentar, algo que le hace ver la vida de forma única y diferente. Le encanta transformar ideas en narrativas, así como explorar áreas de trabajo que podrían resultar intimidantes para otras personas. Pero, principalmente, lo que más le gusta es dar vida a su creatividad.
Charlie eligió el Grado en Diseño de IE University por una simple razón: “Sentí que era para mí”. Ahora que se acerca el final de su etapa universitaria, reflexiona sobre qué es lo que más le ha gustado de todos estos años. Destaca la variedad de experiencias que ha vivido, como poder asistir a la Madrid Design Week y a la Madrid Fashion Week. Estas vivencias le han permitido sumergirse de lleno en el mundo del diseño y han sido, a la vez, una gran fuente de inspiración.
Charlie también ha tenido la oportunidad de cursar un semestre de intercambio en la Universidad de Tecnología del Diseño de Singapur. Allí pudo sumergirse en una cultura completamente nueva y descubrir otras formas de pensar que cambiaron su forma de entender y percibir la industria creativa.
Además, ha hecho prácticas que define como “increíbles”. Ha trabajado en Relajaelcoco, un estudio de diseño de Madrid, y en el Departamento de Marketing de IE School of Architecture and Design. Además de estudiar, también trabaja como freelance y colabora con marcas y otros creadores como él. Todas estas experiencias le han enseñado muchísimo: “Soy diseñador dentro y fuera del aula. Aquí he podido completar y ampliar mis conocimientos, así como materializarlos en trabajos y proyectos de diseño reales”.
Charlie no ha parado en los cuatro años que dura el programa, ni dentro ni fuera del aula. Ha trabajado como redactor y diseñador para Prologue, una revista publicada por estudiantes que explora el entorno construido desde perspectivas dentro y fuera de la arquitectura. También ha formado parte del IE Theater Club, el IE Film & Television Industry Club y el IE Eco Club, entre otros. Afirma que todas estas actividades extracurriculares le han servido para crearse un portfolio y “trabajar y vivir el diseño en múltiples ámbitos”.
Sobre el programa, Charlie apunta que su asignatura favorita ha sido Proyectos; tanto es así que él y sus compañeros decidieron cursarla todos los años. Cada año, la asignatura se centra en temas distintos que van desde el diseño industrial y el diseño gráfico hasta el diseño espacial o el diseño especulativo. Charlie ha disfrutado muchísimo con estas propuestas tan variadas, tal y como explica: “La cantidad de trabajo y la flexibilidad que proporciona la asignatura de Proyectos es una de las mejores experiencias del programa. Nos obliga, como diseñadores, a ir más allá y ampliar nuestros conocimientos mediante proyectos y tareas que nos permiten explorar el sector”.
Charlie destaca dos proyectos que le han interesado especialmente: Creative Coding, que forma parte de Programación para Diseñadores, y Beyond Packaging, un proyecto de la asignatura de Habilidades del Diseño donde los estudiantes intentaron encontrar soluciones para evitar el uso excesivo de envases de plástico. Además, ha aprovechado al máximo las instalaciones de IE University. Ha llevado a cabo proyectos en Design Studio, un espacio abierto en IE Tower pensado para fomentar la creatividad, la colaboración y la innovación, y en el Fab Lab, un centro para la artesanía digital y física.
En su tiempo libre, a Charlie le encanta explorar y buscar inspiración. No es raro encontrarlo en museos, exposiciones o centros culturales de Madrid, pues lo que más le gusta de la ciudad es su inmensa oferta cultural. También practica el mindfulness mientras camina, medita, va al gimnasio o hace yoga. Estas actividades le ayudan a centrarse en el presente y a escapar de la rutina de los estudios.
La creatividad es la base de todo lo que hace Charlie. “Siento que la creatividad no tiene fin”, explica. Fuera del aula, le gusta experimentar con el diseño digital y participar en actividades creativas como crear carteles, hacer fotos o dibujar. También le gusta expresarse a través de la lectura y la escritura. “Cuando leo y escribo, siento que puedo escapar de la locura del mundo”, afirma.
Si tuviera que dar un consejo a los futuros alumnos del Grado en Diseño, les diría tres cosas: “El fracaso forma parte del aprendizaje y del crecimiento”, “El esfuerzo y la pasión serán lo que te haga destacar” y “La mejor herramienta para un diseñador es tener una mente abierta y creativa”. Con esta filosofía y su pasión y entusiasmo en todo lo que hace, no cabe duda de que Charlie está preparado para conquistar el mundo del diseño.