Karl Asger Juhl
Mi padre es danés y mi madre estadounidense, así que yo soy mitad y mitad. Aunque nací en Dinamarca, he vivido en muchos países y ciudades, desde Kiev hasta Budapest o Lausanne, en el estado de Colorado. Una de mis grandes pasiones es el esquí, y lo que me animó a elegir el programa de Ciencias del Comportamiento de IE University fue precisamente un programa de prácticas que realicé para un fabricante de equipos de esquí de Colorado. Después de compartir algunas clases con estudiantes del Grado en Datos y Analítica de Negocio, decidí pasarme a su grado porque este era más adecuado para mi interés por la tecnología. Para equilibrar el tiempo que dedico a mi carrera y a mi trabajo académico, practico deportes y disfruto de mi pasión por las actividades al aire libre.
"Decidí que el Grado en Datos y Analítica de Negocio se ajustaba mejor a mi interés por la tecnología y podía permitirme generar un impacto mayor en el mundo."
Un cambio de orientación que ha dado fruto
La familia de Karl ha vivido en muchos sitios distintos, y desde muy pequeño, él se acostumbró a viajar y a adaptarse a culturas diferentes. Después de tomarse un año de descanso en Colorado, Karl empezó a echar de menos la novedad de estar en un entorno diferente. Así que, aconsejado por un amigo, decidió inscribirse en IE University para vivir un lugar completamente nuevo: Madrid.
Un semestre después de haber comenzado sus estudios en Ciencias del Comportamiento, Karl decidió cambiar de programa. Aunque considera que su elección inicial fue buena, se dio cuenta de que su interés por la tecnología estaba más alineado con lo que ofrece el programa de Datos y Analítica de Negocio. Su experiencia en este grado le ha permitido colaborar en proyectos desarrollados por algunas de las empresas multinacionales más grandes del mundo. Karl subraya lo útiles que son estos proyectos para que las personas como él puedan crear valor añadido con conclusiones derivadas de los datos.
Karl recomienda encarecidamente a otros estudiantes que aprovechen los diferentes clubes que tiene IE University, tanto los académicos como los deportivos. Él mismo es miembro de un club de programación, del cual fue coordinador durante un semestre. Antes de llegar a IE University, Karl se tomó un año de descanso para trabajar en Icelantic Skis, una empresa mediana de Colorado dedicada a la fabricación de equipos de esquí. Como buen apasionado de este deporte, Karl se apuntó al club de esquí de la universidad en cuanto supo de su existencia, algo que le resultó muy fácil.
Otra de las ventajas de formar parte de la amplia y diversa selección de clubes y deportes que ofrece la universidad, según Karl, es la posibilidad de hacer networking. Los clubes permiten conocer a estudiantes de otros programas o conectar con gente de fuera, y ayudan a crear una red que puede hacer despegar la futura carrera profesional de los estudiantes.
Ya que pasa gran parte de su vida académico frente al ordenador, ya sea programando o investigando, Karl encuentra una válvula de escape en su afición por los deportes y las actividades al aire libre. Sus aficiones y pasatiempos forman un collage ecléctico en el que se mezclan la actividad física y la artística. La primera se manifiesta en su pasión por el esquí, el senderismo y deportes de equipo como el fútbol, mientras que su lado más artístico encuentra expresión en la fotografía y el diseño de moda.
Ahora que el grado llega a su fin, Karl tiene la vista puesta en el futuro. Lo primero que quiere hacer es explorar distintos sectores, desde el de la atención sanitaria hasta el aeroespacial o el de defensa, donde pueda aplicar sus habilidades y sus herramientas de analítica de datos. Actualmente está buscando prácticas profesionales en Estados Unidos, una de las opciones que le ofrece el programa.
Donde quiera que acabe, Karl espera poder integrar y poner en práctica los conocimientos que ha adquirido durante los tres años del programa. Cree que esta etapa le ayudará a hacer la transición a la vida profesional, y que también le servirá para generar valor con su trabajo y averiguar qué sector es más adecuado para él.
Cuando piensa en sus primeros pasos laborales, Karl se ve a sí mismo aplicando sus conocimientos técnicos para ampliar y mejorar las practicas analíticas de su sector. En el futuro, Karl espera liderar un equipo o incluso un departamento de analítica de datos, algo que puede que se haga realidad antes de lo que se imagina. Para terminar, nos deja con una perla de sabiduría que siempre le acompaña:
“Tienes que ser tonto antes de convertirte en maestro. Si no estás dispuesto a ser lo primero nunca podrás ser lo segundo”.