CASO PRÁCTICO
Emilio es el encargado de compras de unos grandes almacenes. Su cometido consiste en asegurar que el área textil está perfectamente abastecida de ropa y material deportivo. Para ello, contrata con fábricas bangladesíes que producen prendas deportivas.
No obstante, la organización de Emilio cuenta con una Política de Derechos Humanos que establece la prohibición de contratar con Terceros que empleen a menores de edad, que discriminen a las mujeres, o que tengan condiciones infrahumanas (lo que se conoce a día de hoy como “Esclavitud Moderna”) para sus trabajadores.
Emilio recuerda que existía un procedimiento que lo ayudaría a seleccionar al proveedor de ropa y material deportivo: el Programa de Terceros. Decide finalmente acudir al comité de compliance de su empresa para que le asesoren.
¿Qué ventajas tiene contar con un Programa 360º de Terceros?
Uniformidad
Los empleados seguirán un mismo procedimiento, con ciertos requisitos según el tipo de tercero, teniendo en cuenta los riesgos, sus actividades y la dependencia de la empresa.
Productividad y Competitividad
Se requerirán determinados documentos, adhesiones y cláusulas contractuales dependiendo de su tipología, agilizando la negociación y contratación.
Monitorización y Auditoría
El Programa establecerá controles periódicos a terceros, sobre su rendimiento, y cumplimiento de las normas internas y externas prestablecidas.
Reducción fraude interno
Se reducirán las desviaciones indeseadas de dinero o materia prima, los gastos imprevistos y las ventas a clientes de dudosa reputación.
Ahorro costes y riesgos
Disminuirán los costes operativos, y se mitigará la probabilidad de ser objeto de multas y sanciones por incumplimientos normativos, así como los riesgos reputacionales.