Aprobación de la Directiva sobre la Debida Diligencia de Sostenibilidad Corporativa (CSDDD) por el Parlamento Europeo: Un Paso Decisivo hacia la Sostenibilidad Corporativa

junio 4, 2024 Artículos, Sin categorizar

Aprobación de la Directiva sobre la Debida Diligencia de Sostenibilidad Corporativa (CSDDD) por el Parlamento Europeo: Un Paso Decisivo hacia la Sostenibilidad Corporativa

Artículo escrito por Enrique Aznar

El 24 de abril de 2024, el Parlamento Europeo aprobó la Directiva sobre la Debida Diligencia de Sostenibilidad Corporativa (CSDDD), conocida como Directiva (UE) 2023/1027. Esta directiva, junto con la Directiva sobre la Presentación de Informes de Sostenibilidad Corporativa (CSRD), identificada como Directiva (UE) 2022/2464, pretende transformar la manera en que las empresas abordan la sostenibilidad y la responsabilidad social y ambiental.

Con la aprobación del Parlamento, los Estados miembros de la UE tienen hasta 2026 para transponer la CSDDD en sus legislaciones nacionales. Las disposiciones de la directiva comenzarán a aplicarse de manera gradual a partir de 2027, según el tamaño de la empresa. Las empresas con más de 5000 empleados y una facturación de al menos 1500 millones de euros serán las primeras en tener que cumplir, seguidas por empresas más pequeñas en los años posteriores.

La CSDDD complementa a la CSRD, que amplía los requisitos de presentación de informes de sostenibilidad a un mayor número de empresas. Mientras la CSRD, que entrará en vigor en enero de 2024, exige informes detallados sobre el desempeño en sostenibilidad, la CSDDD se centra en la debida diligencia de derechos humanos y medioambientales a lo largo de toda la cadena de valor.

Estas directivas buscan mejorar la transparencia y responsabilidad de las empresas en relación con su impacto social y ambiental. La CSDDD y la CSRD obligan a las empresas a ser más transparentes sobre sus prácticas de sostenibilidad, lo que puede llevar a una mayor confianza del público y de los inversores en las empresas que cumplen con estas normativas.

La CSDDD tiene como objetivo principal proteger los derechos humanos y el medio ambiente mediante la implementación de prácticas de debida diligencia rigurosas. Al hacerlo, se espera que las empresas minimicen los impactos negativos a lo largo de sus cadenas de suministro globales, promoviendo un comportamiento empresarial más responsable y ético.

El cumplimiento con estas directivas puede mejorar la competitividad de las empresas al promover prácticas sostenibles que no solo cumplen con las normativas, sino que también responden a las crecientes demandas de los consumidores y los inversores por un comportamiento empresarial responsable. Esto puede resultar en ventajas competitivas a largo plazo, al mejorar la reputación y reducir riesgos asociados con prácticas insostenibles.

 

Responsabilidades para las Empresas y los Consejos de Administración

Ambas directivas obligan a las grandes empresas a integrar prácticas de sostenibilidad en sus operaciones diarias. La CSRD requiere que las empresas informen sobre una amplia gama de temas relacionados con la sostenibilidad, utilizando estándares globales. Por su parte, la CSDDD exige a las empresas identificar, prevenir, mitigar y remediar impactos negativos en derechos humanos y el medio ambiente, tanto en sus operaciones internas como en sus cadenas de suministro.

Los consejos de administración tendrán la responsabilidad de supervisar la integración de la sostenibilidad en la estrategia corporativa y asegurar el cumplimiento de las nuevas directivas. Esto incluye la aprobación de informes de sostenibilidad y la supervisión de los procesos de debida diligencia. La responsabilidad fiduciaria de los administradores se ampliará para incluir consideraciones de sostenibilidad, lo que implica tomar decisiones que beneficien tanto a la empresa como a la sociedad y el medio ambiente a largo plazo.

El incumplimiento de las nuevas normativas puede resultar en sanciones significativas y daños a la reputación. Los consejos de administración deberán estar atentos a los riesgos asociados con la sostenibilidad y desarrollar estrategias para mitigarlos, asegurando que las empresas no solo cumplan con las leyes, sino que también mantengan su licencia social para operar.

 

El Papel del Compliance Officer

El compliance officer jugará un rol crucial en la adaptación de las empresas a los nuevos requisitos de la CSDDD, como sucedió con la CSRD. Será responsable de desarrollar e implementar políticas y procedimientos para asegurar el cumplimiento, incluyendo sistemas para la recolección y verificación de datos de sostenibilidad, y la supervisión de las prácticas de debida diligencia en toda la cadena de suministro.

La capacitación de empleados y la sensibilización sobre las nuevas obligaciones serán esenciales para el éxito del cumplimiento. El compliance officer deberá liderar estos esfuerzos, asegurando que todos los niveles de la organización comprendan las nuevas normativas y sus implicaciones.

La supervisión continua del desempeño de la empresa en sostenibilidad será una tarea clave. El compliance officer deberá realizar auditorías internas y evaluaciones periódicas, y gestionar sistemas de denuncia para detectar y abordar posibles incumplimientos. Además, deberá informar regularmente al consejo de administración sobre el estado del cumplimiento y los riesgos emergentes.

 

Impacto para las Pequeñas y Medianas Empresas (PYMES)

Aunque la CSDDD está principalmente dirigida a grandes empresas, las PYMES que forman parte de las cadenas de suministro de estas empresas también se verán afectadas. Las grandes empresas estarán obligadas a garantizar que sus proveedores, incluidos muchos PYMES, cumplan con las normativas de debida diligencia en derechos humanos y medioambientales. Esto significa que las PYMES deberán implementar procesos para identificar, prevenir y mitigar riesgos relacionados con los derechos humanos y el medio ambiente en sus operaciones.

La implementación de estos procesos puede suponer un desafío financiero significativo para las PYMES, que a menudo tienen recursos más limitados en comparación con las grandes corporaciones. Los costos asociados con la recopilación de datos, la evaluación de riesgos y la implementación de medidas correctivas pueden ser considerables. Además, la necesidad de cumplir con estos requisitos puede requerir la contratación de personal especializado o la utilización de servicios externos de consultoría en sostenibilidad.

Para ayudar a las PYMES a cumplir con estos nuevos requisitos, la Comisión Europea y los Estados miembros planean ofrecer apoyo y recursos. Esto incluye programas de capacitación y sensibilización, así como guías y herramientas prácticas que las PYMES pueden utilizar para desarrollar y mejorar sus prácticas de debida diligencia. El objetivo es minimizar la carga administrativa y financiera que estas nuevas normativas podrían imponer.

A pesar de los desafíos, el cumplimiento con la CSRD también puede ofrecer ventajas competitivas a las PYMES. Al demostrar su compromiso con la sostenibilidad, las PYMES pueden mejorar su reputación y atraer a inversores y clientes que valoran las prácticas empresariales responsables. Además, el cumplimiento puede abrir nuevas oportunidades de mercado, especialmente con grandes empresas que buscan proveedores sostenibles para cumplir con sus propias obligaciones de debida diligencia.

 

Conclusión

La implementación de la CSDDD y la CSRD representa un cambio significativo en el marco regulatorio de la sostenibilidad corporativa en la Unión Europea y tiene un impacto importante en las grandes empresas. También para las PYMES, quienes, a pesar de enfrentarse a desafíos importantes para cumplir con los nuevos requisitos también podrán beneficiarse de las oportunidades que estas normativas ofrecen. Con el apoyo adecuado y la adaptación de sus prácticas, las PYMES pueden mejorar su competitividad y contribuir de manera significativa a un futuro más sostenible.