Drones y robots, o lo que sucede cuando juegas con nuevas tecnologías

¿Qué sucede cuando encierras a varios directivos, desarrolladores y responsables de negocio a jugar y experimentar con nuevas tecnologías? Es curioso observar sus reacciones, muy diversas y emocionales, aunque con un denominador común: todos dejan volar su imaginación hacia nuevos espacios y modelos de negocio en los que se podrían aplicar.

Drones y robots o lo que sucede cuando juegas con nuevas tecnologias

El desarrollo cada vez más rápido de nuevas tecnologías está permitiendo su progresiva implantación en las empresas. Sin embargo, en no pocos casos el consumidor es el elemento tractor, yendo muy por delante en la adopción de estas innovaciones. La cuestión relevante es cómo integrarlas en los negocios para construir una propuesta de valor que hacer llegar al mercado.

El hecho de que los responsables de las organizaciones puedan tocar, con un enfoque hands-on, y tangibilizar algunas de las tecnologías que vienen y que tendrán impacto en los negocios y en la sociedad resulta clave. La experimentación directa con nuevas tecnologías y dispositivos produce, sin duda, un salto creativo, como nos permite constatar Digital Playroom, una experiencia distinta que acerca las tecnologías a los directivos y permite conocer el impacto y el papel que tendrán a la hora de transformar digitalmente procesos, experiencias y modelos de negocio en un futuro a corto, medio y largo plazo.

Con lo digital tenemos que jugar con dos aproximaciones: ser disruptivo o modificar a partir de lo existente. Apostar por una u otra dependerá de la estrategia que adoptemos para ir hacia esa verdadera transformación digital y de la adopción de innovaciones que tengan impacto en nuestro negocio.

Cómo abordarlo dependerá de cada caso y para ello se establecen diferentes horizontes con diversos estadios y un enfoque distinto a la hora de mejorar los negocios actuales:

  • H1: actual, menos de un año; requiere talento incremental.
  • H2: adyacente, en dos o tres años; combina talento incremental y disruptivo.
  • H3: modelos de negocio nuevos; requiere talento disruptivo.

McKinsey apunta que, para llegar al estadio H3, las empresas necesitan al menos cinco años, pero esta visión es seguramente muy determinista. En esta transformación hacia lo digital es preciso llevar a cabo una buena gestión de la disrupción, combinando los tres estadios en función de las necesidades y el momento del negocio.

La aproximación a las nuevas tecnologías a través de la experimentación y el juego también nos lleva a descubrir nuevas oportunidades para los negocios a través de nuevas realidades.

Tocando el futuro

Es apasionante comprobar que, cuando reunimos a varios responsables de organizaciones para disfrutar de una experiencia de realidad virtual, utilizando los actuales modelos de gafas a las que incorporan sus smartphones, sus reacciones son muy distintas, pero la conclusión es la misma: la aplicación de nuevas tecnologías permite dar saltos cualitativos en la prestación del servicio.

El avance exponencial de las interfaces para hacerlas más amigables permite abordar cada vez situaciones más complejas que combinan lo real con lo virtual. Es lo que llamamos “realidad mixta”, algo que ya estamos viendo, por ejemplo, a la hora de solucionar problemas en infraestructuras críticas, operaciones quirúrgicas complejas y otros muchos ámbitos.

Cada vez más rápidamente asistiremos a la proliferación de nuevas interfaces, más ergonómicas y con nuevas posibilidades. De hecho, en Digital Playroom, los participantes tuvieron la oportunidad de ver en funcionamiento una interfaz cerebral capaz de medir la activación de distintas zonas de nuestro cerebro y mostrar gráficamente la naturaleza de la actividad cerebral. Este tipo de interfaces abre la puerta a lo que en ciencia ficción llamaríamos “control mental de dispositivos”.

Y es que cada día se está normalizando más el hecho de vivir experiencias diferentes y se evidencia la necesidad de mantener aspectos del mundo físico combinados con innovaciones del mundo digital.

Esta evolución hace pensar en la necesidad de ir hacia nuevos modelos de negocio: por ejemplo, un fabricante de electrodomésticos ya está implantando en la venta de lavadoras un modelo de pago mensual en función del número de lavados que se realicen y el compromiso de renovar el aparato cuando se produzca cualquier problema técnico, provocando la desaparición del período de amortización.

Esto, unido a la progresiva implantación de sensores que permiten conectar cualquier dispositivo –lo que llamamos “Internet de las cosas”–, está generando nuevos modelos de negocio que nos llevan a transformar muchos de ellos de B2C a B2B y a modelos de plataforma en los que la clave es controlar el core y decidir si se quiere ser una parte adyacente o central de ese modelo.

Se trata de entender cómo funcionan las innovaciones en un mundo menos físico, más virtual, que tendrá un gran impacto no solo en los negocios, sino también en la sociedad.

Dronificación y androidización

La aproximación a las nuevas tecnologías a través de la experimentación y el juego también nos lleva a descubrir nuevas oportunidades para los negocios a través de nuevas realidades, como la llegada de robots y drones.

La construcción e interacción con un robot, especialmente por su forma humana y sus capacidades de reacción pseudoemocionales, hace que sea diferente a la que llevamos a cabo con un dron. Ambos avances tecnológicos constituyen dos corrientes que van a cambiar muchos sectores de forma drástica en los próximos años: dronificación y androidización.

Otro aspecto que se evidencia es la diferencia existente en la interacción con el hardware y con el software. Mientras que la relación con el primero es relativamente sencilla, porque venimos de un mundo físico, no lo es tanto con el software, que requiere más intuición. La interacción con el mundo digital requerirá cada vez más el desarrollo de capacidades de prototipado y pruebas muy rápidas. Se trata de un nuevo modelo de aprendizaje, basado en la prueba y error, extremadamente rápido debido a la gran cantidad de variables que tendremos que gestionar. Esa será la única forma de que seamos conscientes de cómo funcionan las cosas.

No se trata solo de tecnología; se trata de entender cómo funcionan las innovaciones en un mundo menos físico, más virtual, que tendrá un gran impacto no solo en los negocios, sino también en la sociedad. Solo mediante ese aprendizaje que combine el hacer y el pensar seremos conscientes de la necesidad de repensar modelos de negocio y desarrollar las nuevas capacidades que necesitamos.

 

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