La vida de Ella ha estado ligada al mundo del arte desde muy joven. Su vocación temprana por la pintura la llevó más tarde a crear su propia galería en Venezuela. Esa andadura le permitió estar en contacto permanente con artistas y crecer con ellos, lo que hizo despertar su pasión por el coleccionismo como una forma de mecenazgo.
Catalina Tejero: Tu trayectoria confirma un compromiso vital con el arte. Vemos que es una pasión de la que has disfrutado bajo distintos roles, como artista, como galerista y como coleccionista. Un aspecto interesante y por el que me gustaría preguntarte es el papel de la mujer en este entorno. ¿Cómo ves la evolución en los últimos años y cómo vislumbras el futuro?
Ella Fontanals-Cisneros: Las mujeres han estado luchando durante muchos años para tener una presencia activa en la vanguardia del arte. En los años cincuenta, por ejemplo, era difícil encontrar mujeres en las galerías. Si nos retrotraemos a los siglos XIV, XV y XVI, se tiene constancia de escasas mujeres artistas y las que querían adquirir arte lo hacían a escondidas por su simple condición de ser mujeres.
Catalina Tejero: Artistas como Clara Peeters en el siglo XVII.
Ella Fontanals-Cisneros: Efectivamente. El rol de la mujer en el mercado del arte era muy limitado. Sabemos que, por ejemplo, las mujeres no compraban porque solo los hombres podían pagar. Creo que, en los últimos diez, veinte o veinticinco años, las cosas han cambiado y hoy puedes ver muchas galerías lideradas por mujeres. Hay ciertos períodos artísticos en los que la presencia femenina es escasa en cualquiera de sus funciones. En las vanguardias, el 80 % de los artistas son hombres y los precios ahora son elevadísimos. Un caso de superación que me gusta compartir es el de Carmen Herrera. Carmen es una artista cubano-americana en la que estoy muy interesada. Le costó muchos años llegar a una galería en Estados Unidos. La respuesta era siempre la misma: “Lo siento, eres mujer y no tenemos espacio”. Ha sido un largo camino, pero las cosas están cambiando rápidamente y, en los próximos años, veremos más mujeres artistas; tal vez más que hombres.
Catalina Tejero: Eso sería interesante.
Ella Fontanals-Cisneros: Sí, las mujeres somos muy fuertes.
Catalina Tejero: Sin duda. En este sentido, el rol de personas con visión como tú y que brindan apoyo a ese talento es fundamental. Probablemente, Carmen Herrera se encuentra en su posición actual en gran medida gracias a vuestro acompañamiento en este viaje.
Ella Fontanals-Cisneros: Sí, tienes razón. El reto para la mujer en el mundo del arte ha existido en cualquiera de los roles del sector. Esto ha sucedido, por ejemplo, también con el mecenazgo y la filantropía, actividades en las que los hombres han ejercido el liderazgo porque eran los que tenían medios financieros. En este momento hay muchas mujeres que han trabajado duro como yo o incluso viudas que por fin han tomado el control de su capacidad financiera y ahora estamos cogiendo el testigo. Disfrutamos del placer de conocer, investigar y apoyar al artista en su camino.
Catalina Tejero: Sería muy valioso que compartieras algo más sobre tu papel como mecenas, que va más allá del coleccionismo como modo de apoyar la carrera de artistas que el mercado no ha validado todavía.
Ella Fontanals-Cisneros: Más que un trabajo, esto es un privilegio y un placer. Y es así porque verdaderamente te devuelve mucho más de lo que das. No obstante, también, al recibir tanto, se te genera una necesidad de devolver a la sociedad.
Catalina Tejero: En IE estamos observando también que afortunadamente hay cada vez más interés por las artes y las humanidades y por actividades que desarrollen creatividad, incluso desde campos como el de la tecnología. ¿Qué consejo darías a estas personas y a quienes, incluso, quieren desarrollar una carrera profesional en el mundo del arte?
Ella Fontanals-Cisneros: En primer lugar, diría que el arte es una realidad en nuestras vidas. Estamos rodeados de arte porque todos los objetos que nos rodean son el resultado de un proceso creativo. Por ejemplo, un aparente simple vaso lleva detrás el diseño de alguien. Estamos tan ocupados que necesitamos una sensibilidad especial para mirar nuestro entorno y apreciar el arte que nos rodea. A quien esté realmente interesado en el arte, le diría que lo mejor es acercarse a las galerías y a sus artistas, porque tienen mucho que enseñarnos. He aprendido mucho conversando con ellos; es lo que me ha permitido tener una visión más profunda del arte. No se trata de ir a una galería y adquirir una obra que me gusta. Es algo más complejo. Es un proceso. Para mí, coleccionar conlleva un maravilloso camino de aprendizaje. El arte me ha enseñado muchas cosas. Si realmente te gusta y le dedicas tiempo, ahí puedes encontrar una lección de vida.
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