La necesidad de conciliar la vida profesional y la vida privada (VPVP) se ha intensificado en los últimos años como consecuencia de las complejas transformaciones demográficas, laborales y culturales que ha experimentado nuestra sociedad. Una investigación llevada a cabo recientemente en IE Business School confirma, a pesar de la crisis que estamos padeciendo, la hipótesis del impacto positivo de la oferta de medidas de conciliación en la productividad de las empresas ubicadas en España.
La atención de la sociedad a los cambios en tres principales grupos de fenómenos socio-laborales, demográficos y culturales, la interacción entre ellos y las necesidades que suscitan, ejercen presión sobre las compañías para que consideren, y en su caso oferten, medidas de conciliación vida profesional-vida privada (VPVP).
De las diferentes generaciones que conviven en el mercado laboral con sus respectivas culturas, son las generaciones X e Y, las que más demandan y presionan a las organizaciones para que contemplen una mayor oferta de medidas de conciliación. La generación X, porque ha vivido más intensamente cambios en los fenómenos socio-laborales y demográficos: incremento en la tasa de actividad femenina con sus implicaciones en el aumento de parejas de doble ingreso o carrera, retraso en la edad de maternidad (en la década de los treinta-cuarenta años –coincidiendo con el pico de mayor productividad–), único progenitor en familias monoparentales o la necesidad de cuidar de personas mayores, dado el paulatino envejecimiento de la población. Y la generación Y, la generación de las TIC, porque reivindican una mayor autonomía y flexibilidad y valoran más el equilibrio de la VPVP.
A pesar de que en la última década se han empezado a incorporar fórmulas que ayudan a compatibilizar la vida laboral y personal adoptándose nuevos modelos organizativos, hay aspectos que todavía dificultan la conciliación VPVP: uno relacionado con la ordenación del tiempo de trabajo –las largas pausas para el almuerzo, con dos y tres horas en muchas ocasiones– y otro relacionado con la cultura de “presencialismo” establecida todavía en muchas empresas en España.
Cuando las empresas ofrecen más medidas de conciliación a un mayor porcentaje de trabajadores, la productividad corporativa mejora.
Que nuestro país sea el tercero de la Unión Europea con la jornada laboral más larga, obteniendo sin embargo el menor rendimiento por hora trabajada y las demandas de los trabajadores, antes mencionadas, justifican el estudio de la rentabilidad para las organizaciones de incorporación de medidas de conciliación.
Con el objetivo de comprobar si la oferta de medidas de conciliación VPVP aumentaba el rendimiento corporativo, diseñamos y pasamos un cuestionario a 800 compañías ubicadas en España con el que se pretendía medir, entre otras cosas, el impacto de la oferta de medidas de conciliación VPVP en la productividad. En la tabla 1 podemos ver las medidas que utilizamos en el cuestionario (aquellas que amplían los niveles mínimos y obligatorios que estipula la ley, a efectos de conceder tiempo y flexibilidad que permitan a los empleados conciliar ambas esferas).
Por otro lado, para medir la productividad –entendida como ventas netas por empleado– recurrimos a bases de datos oficiales (SABI y ORBI). Trabajamos con una muestra de 198 empresas, que representaban a 44 sectores (60,15 % de servicios y 34,9 % industria). El resultado fue una correlación positiva entre las variables oferta de medidas VPVP y la productividad (b=0,072, p=0,001). Por tanto, cuando las empresas ofrecen más medidas de conciliación a un mayor porcentaje de trabajadores, la productividad corporativa mejora.
Desde el punto de vista conceptual y según diferentes modelos como el de Intercambio de Beneficios, la investigación puso de manifiesto que cuando la organización ofrece una o varias medidas de conciliación a sus empleados, estos las perciben como programas que les benefician y reaccionan aportando a la organización un mayor compromiso y/o esfuerzo que contribuyen a mejorar la eficiencia organizativa. Por otra parte, en España, como en otros países, las medidas de conciliación VPVP son todavía escasas y los empleados suelen considerarlas muy valiosas; además su gestión no es fácil de imitar porque depende, en muchas ocasiones, de la interpretación que hace cada supervisor o mánager de dichas medidas. Por ello, su oferta puede ser fuente de ventaja competitiva y suscitar en el empleado un mayor esfuerzo que repercuta en una mayor productividad, como sugiere la Teoría de Recursos y Capacidades.
Medidas de conciliación más ofertadas en las empresas españolas
A través de nuestro estudio también hemos podido conocer cuáles eran los programas de conciliación más ofertados en las empresas ubicadas en España (véanse los gráficos 1 y 2). Como observamos en el gráfico 1, la medida más ofertada es la flexibilidad en el calendario de vacaciones (entre el 67 y 100% de las empresas), seguida de las medidas de flexibilidad horaria abierta y permisos no retribuidos (utilizadas entre un 33-66% de empresas). En tercer lugar (entre el 1 y el 33%) el resto de medidas: flexibilidad de turnos, bolsa de horas, jornada intensiva, ampliación de la jornada reducida por encima de la ley, ampliación de los permisos retribuidos, ampliación de las excedencias y teletrabajo/trabajo en remoto. Se puede observar en la tabla 2 que las medidas ofertadas están en general categorizadas como medidas de flexibilidad.
Los resultados de rentabilidad de la oferta de medidas de conciliación VPVP para la empresa, obtenidos en esta investigación, pueden ayudar a que las compañías ofrezcan con mayor conocimiento este tipo de medidas sin dejar de tener en cuenta la importancia de atraer y retener un talento, en el futuro escaso, con el que no podemos dejar de contar.
© IE Ideas.