Tecnología y empleo: ¿dónde estará su puesto de trabajo en el futuro?

Pocas cosas apasionan tanto a los estudiantes y a los antiguos alumnos de IE como el empleo y el éxito profesional. Además, esta cuestión es la que más atrae a los economistas desde la llegada de la crisis. La inquietante pregunta es “¿Cuál será el futuro en lo que se refiere al empleo?”.

Tecnologia y empleo_donde estara su puesto de trabajo en el futuro

El factor más determinante para el empleo, como sabe cualquiera que haya aprobado un curso de Economía de Gestión, es el crecimiento. Y ahí surge el primer problema. El mundo parece avanzar hacia un crecimiento mucho más lento, lo que generará muchos menos puestos de trabajo. Sin embargo, si la población crece más despacio y la mano de obra se reduce, esto no tiene por qué suponer un problema desde el punto de vista macroeconómico.

A nivel micro hay que tener en cuenta otras tendencias que podrían transformar el mundo del empleo. Una es el cambio tecnológico. Los economistas siempre han recibido la tecnología con los brazos abiertos porque creían que generaría una mayor productividad, que a su vez produciría mayores ingresos y más empleo. Sin embargo, la crisis económica nos ha dejado elevadas tasas de paro, un desempleo de larga duración inusualmente alto y unas menores tasas de participación, especialmente entre los jóvenes. ¿Se trata de una coincidencia o estamos hablando de una tendencia? ¿Qué significa?

Hace algunos años, dos economistas (Lawrence Katz y Robert Mago) documentaron cómo el empleo en la manufacturación se había estado “desinflando” progresivamente durante las últimas décadas. Aumentaba el número de puestos de trabajo en los sectores muy especializados y en los que no necesitaban ninguna especialización, pero los empleos “intermedios” estaban desapareciendo. Este proceso parece que se intensifica a medida que la tecnología avanza y elimina puestos de trabajo en la manufacturación que hace 50 años estaban bien pagados y suponían un trabajo seguro para una clase media que no estaba ni muy ni poco especializada.

Estos son los trabajadores que cada vez más se encuentran desempleados en la actualidad. Los salarios de los trabajadores típicos se han mantenido igual desde hace algún tiempo en Estados Unidos, en el Reino Unido y en Alemania, quizás porque las empresas automatizan cada vez más el trabajo. Lawrence Summers, de Harvard, predice que, dentro de diez años, uno de cada siete estadounidenses en edad productiva podría estar en el paro, en comparación con uno de cada 20 en los años 1960.

¿Es esto algo que debe preocupar al típico estudiante de un MBA en IE? Si solo fuesen los empleos de baja capacitación los que se suprimiesen, podría no preocuparnos, más allá de las evidentes consecuencias sobre la desigualdad, a medida que los salarios y el empleo caen en la parte media y baja de la capacitación profesional, por la inestabilidad que podría conllevar. No obstante, a medida que avanza el cambio tecnológico, sus repercusiones podrían alcanzar los peldaños más altos de la escalera profesional.

Lawrence Summers, de Harvard, predice que, dentro de diez años, uno de cada siete estadounidenses en edad productiva podría estar en el paro.

Los datos más recientes indican que la tecnología está llegando a los puestos de los trabajadores no manuales y la automatización está sustituyendo el trabajo intelectual. Dos economistas del MIT (Erik Brynjolfsson y Andrew McAfee) afirman que estamos inmersos en una “Segunda Edad de las Máquinas”, que podría resultar muy perturbadora y destruir empleo en muchas profesiones especializadas. La computación eliminará incluso muchos puestos de trabajo cognitivos. C. Frey y M. Osborne han calculado la probabilidad de que la “computerización” sustituya puestos de trabajo durante la próxima década en una serie de profesiones. Los trabajos “más seguros” (esto es, aquellos que es menos probable que desaparezcan) fueron los terapeutas recreativos, los dentistas, los entrenadores deportivos y el clero. Los que más probabilidades tenían de desaparecer, con una probabilidad cercana o superior al 90 %, fueron los agentes inmobiliarios, los contables y los auditores, los dependientes de tiendas y los agentes de telemarketing.

¿Qué supone para nosotros? En cierto modo, este tipo de cambio tecnológico nos devuelve a nuestras raíces. Siempre ha sido cierto que los más creativos e innovadores tienen las mayores probabilidades de ponerse en cabeza, al menos en los países y las organizaciones meritocráticos. En el nuevo mundo de los ordenadores “inteligentes” y las tareas automatizadas, esto será aún más cierto.

Xavier Sala i Martín, de la Universidad de Columbia, dice que su principal recomendación a sus alumnos es siempre la misma: si quieres un buen futuro profesional, aprende a hacer un trabajo que no pueda hacer una máquina. El pensamiento creativo, la concepción de mejores formas de hacer las cosas y las capacidades interpersonales son tareas que los ordenadores todavía no son capaces de “aprender”. Si los que estamos en el IE y los que ya estáis fuera podemos seguir perfeccionando nuestras habilidades en estas áreas, no debería costarnos sobrevivir a la Segunda Edad de las Máquinas.

Por supuesto, tendremos que averiguar qué políticas necesitaremos para luchar contra la desigualdad creciente y el aumento del paro. Pero ese tendrá que ser el tema de otro artículo.

 

© IE Ideas.

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