Nuestro mundo tiene hambre de propósito. Las personas buscan constantemente un mayor significado en sus vidas y carreras. Muchas viven más tiempo, se sienten en forma, sanas y enérgicas en sus años de madurez, ansiosas por asumir nuevos desafíos y devolver algo a cambio. Sin embargo, estamos sumidos en importantes problemas, necesidades y deseos humanos no satisfechos. Entonces, ¿cómo descubrimos el propósito? ¿Cómo vamos a transformar nuestra vida y nuestra carrera para ese fin?
Apertura a nuevos retos
Dar los primeros pasos es crítico. Cuando elegimos buscar un propósito y un significado, es un acto de voluntad. David Jones es un gran ejemplo de ello. Mientras desempeñaba su actividad como CEO global de Havas, una de las agencias de publicidad más importantes del mundo, abrió una nueva división con un propósito renovado. David cofundó One Young World, actualmente la organización global más relevante dedicada al desarrollo de líderes jóvenes. Como él dice, “si no puedes encontrar un propósito que te apasiona en tu carrera, entonces puedes proponerte cambiar la compañía. Y, si eso no funciona, entonces cambia de compañía”. Lo hacemos formulando preguntas, desafiando suposiciones, dedicando tiempo a hacer una pausa y entrando en un nuevo espacio. Y construyendo sobre la experiencia y el conocimiento previos. No obstante, buscar un propósito mayor no significa que actualmente te falte uno. El desafío es ir más allá, encontrar un significado y un propósito aún más profundos.
Para vivir y trabajar con un propósito, debemos mirar más allá de lo que es obvio y fácil y salir de nuestra zona de confort.
Más allá
La investigación psicológica nos muestra que el propósito progresa al tener metas ambiciosas y superar obstáculos, tanto en el mundo como dentro de nosotros mismos. Tener que luchar aumenta nuestra sensación de compromiso y valor. En cambio, cuando las cosas son demasiado fáciles, estamos menos comprometidos. La acción se convierte en rutina; no estimula. Para vivir y trabajar con un propósito, debemos mirar más allá de lo que es obvio y fácil y salir de nuestra zona de confort. Eso es exactamente lo que deberíamos estar haciendo. Satisfacer las necesidades sociales y resolver problemas importantes requiere un descubrimiento y un compromiso activo con la realidad. Muchas soluciones no son ni obvias ni fáciles: a menudo lleva tiempo y esfuerzo encontrar un propósito en el mundo.
De hecho, el viaje tiene un propósito en sí mismo, una forma de ser y de llegar a ser, día a día. El propósito no se refiere solo a los objetivos que establecemos o a si los alcanzamos. La verdad es que encontramos el propósito en el acto mismo de esforzarnos. El propósito no es un destino; lo descubrimos todos los días. Mi propia investigación sobre los emprendedores lo demuestra: muchos extraen un sentido de realización personal de cómo viven y trabajan, no de los objetivos específicos que alcanzan. De hecho, esto explica en parte por qué los emprendedores a menudo aprenden y crecen a través de aparentes fracasos.
Un viaje de colaboración
El viaje al propósito puede ser profundamente personal, pero también lo son la comunidad, la colaboración y el trabajo en equipo. De hecho, cuando el propósito está incluido en el ámbito social, adquiere un significado adicional. No nos esforzamos y ejercitarnos solos, sino para y con otros. La mayoría de la gente ya lo sabe. Nuestras familias y comunidades cercanas son viajes con un propósito y un significado compartidos. Ahora estamos invitados a imaginar esto a una mayor escala. En nuestros equipos, empresas, instituciones…; en nuestro único mundo. Como afirma David Jones, no hay que elegir entre ganar dinero y hacer el bien. Las personas y las empresas pueden hacer ambas cosas; su propósito es probarlo.
Entonces, ¿por dónde empezar? Primero, aventúrate en el mundo para buscar activamente nuevos horizontes y asumir retos. En segundo lugar, desarrolla la capacidad de esfuerzo creativo, encontrando satisfacción en la superación, independientemente de los resultados. Tercero, explora y experimenta para encontrar el camino y la identidad que tengan más significado para ti y tu comunidad. Y, cuarto, conecta y empatiza con tus compañeros de viaje, aquellos que comparten la pasión por el propósito. Una vez más, David Jones proporciona un buen ejemplo. Recibió un gran apoyo de su mentor, Kofi Annan, ex secretario general de las Naciones Unidas. David cita a Annan, quien dijo: “Nunca eres demasiado joven para liderar ni demasiado viejo para aprender”. Trabajando juntos sobre el cambio climático global, aprendió mucho sobre la experiencia, el propósito y el significado. No recorremos este camino solos.
Cuando el propósito está incluido en el ámbito social, adquiere un significado adicional. No nos esforzamos y ejercitarnos solos, sino para y con otros.
Pasado, presente y futuro
En el pasado, el propósito podía ser heredado, adoptado de la costumbre social o la cultura. El propósito era otorgado por la fe, la familia o la función. Por supuesto, estas siguen siendo profundas fuentes de significado para muchos, pero, para otros, no son suficientes. En el mundo actual, complejo y en constante cambio, el propósito es ser descubierto y alimentado.
Como David Jones se desafía a sí mismo y a sus hijos a hacer, debemos vivir la vida con el siguiente lema: “¿Viví? ¿Amé? ¿Importé?”. De hecho, descubrió que hacer lo que amas con propósito no se siente como trabajo. Se siente como estar realmente vivo.
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