¿Cuáles son los principales desafíos que debe afrontar el sector financiero a escala mundial?
Junto con el envejecimiento de la infraestructura tecnológica, el mayor desafío para el sector financiero global es el continuo descenso de la tasa de interés. El envejecimiento de la población hace necesario un mayor ahorro para asumir gastos médicos y de jubilación, mientras que las compañías de seguros tienen que movilizar más dinero para cumplir con sus obligaciones. Ese mayor ahorro también tiene un impacto en el consumo.
¿Y qué papel desempeñan las nuevas tecnologías en la transformación del sector financiero?
Estamos a las puertas de la cuarta revolución industrial, en la que se está produciendo una convergencia de activos digitales y físicos, al tiempo que avanza la ciencia biológica. Cada vez más empresas son digitales. Los robots se utilizan como mano de obra digital en los trabajos “de cuello blanco”, los sensores forman parte de la ropa, la impresión 3D transforma datos digitales en objetos físicos, la economía en la que se comparten vehículos es ya una realidad, el big data y la inteligencia artificial se utilizan ampliamente y, de hecho, esta última formará parte de la junta directiva de las empresas muy pronto, al tiempo que el blockchain incrementará la capacidad de almacenar información.
Todos estos cambios tendrán un impacto considerable en la industria financiera. Además, la financiación digital alternativa, como el crowdfunding, el préstamo peer-to-peer y la colaboración de la comunidad, también se está popularizando y va a ejercer presión sobre todo el sector. El negocio digital requiere menos inversión en activos tangibles y más en activos intangibles. Sin embargo, hasta ahora los bancos prefieren conceder préstamos a aquellas empresas o individuos que pueden presentar activos tangibles como garantía. Los bancos y otros proveedores de servicios financieros tendrán que cambiar no solo el modelo de negocio, sino también la forma de ofrecer servicios, utilizando el big data o la inteligencia artificial, entre otras tecnologías.
El negocio digital requiere menos inversión en activos tangibles y más en activos intangibles. Sin embargo, hasta ahora los bancos prefieren conceder préstamos a aquellas empresas o individuos que pueden presentar activos tangibles como garantía.
Usted conoce bien el mercado indio. ¿Cómo está adoptando la India la transformación digital?
Me gustaría citar dos ejemplos. En primer lugar, una decisión gubernamental de desmonetización que retiró de la circulación los billetes de alta denominación desempeñó un papel significativo en la sensibilización de la población respecto a la digitalización. No digo si la decisión de digitalización fue buena o mala para la economía. Sin embargo, esa decisión de desmonetización obligó a las personas (ya fueran ricas o pobres, alfabetizadas o no) a aprender a utilizar las tarjetas de débito y de crédito. Incluso aquellos que ni siquiera tenían cuenta bancaria comprendieron el poder de la digitalización.
En segundo lugar, una empresa privada de telefonía móvil puso en marcha un servicio gratuito de Internet para todos durante unos meses. Internet gratuito se convirtió en una bendición no solo para quienes lo necesitaban y no podían permitírselo, sino también para aquellos que no sabían cómo utilizarlo.
Me gustaría exponer una experiencia personal que viví en la India recientemente. Un anciano de más de setenta años que entró en la peluquería en la que yo estaba me contó la cantidad de información que se había descargado de Internet en la última semana. Le pregunté educadamente sobre megabytes y gigabytes, ya que lo conozco desde hace un par de décadas, y contestó que no sabía. Sin embargo, me dijo: “Ahora sé cómo utilizar Internet y he empezado a usarlo para pagar mis facturas móviles y hoy, por primera vez, he comprado online ropa para mi nieta. ¡Ha sido tan fácil! Quiero aprender sobre banca móvil”. Curiosamente, también me dijo que “la desmonetización nos ha enseñado que ya es hora de que utilicemos la tecnología a lo grande”.
Esa revolución económica que vive la India, ¿cómo podría transformar el país en el futuro?
Aunque hemos estado creciendo a un ritmo impresionante desde 1991 y hemos sacado a millones de personas de la pobreza, si nos fijamos en los ingresos per cápita de los países desarrollados o, incluso, de China, aún estamos muy por detrás. Al mismo tiempo, somos el país más joven del mundo: más del 65 % de la población tiene menos de 35 años. Los jóvenes, como en todas partes, tienen sueños y aspiraciones, y el país tiene que transformarse para proporcionar empleo a todos. La India tiene que hacerse rica antes de que se haga vieja.
La transformación digital traerá la revolución no solo a los negocios, sino también a la vida personal. Los productos de buena calidad estarán disponibles a precios más bajos, ya que el coste de los fondos también será inferior debido al incremento de la financiación alternativa y el coste de producción se reducirá debido al uso de robots y otras tecnologías nuevas y avanzadas.
El gobierno podrá gastar más en el desarrollo de infraestructuras como carreteras, puertos y aeropuertos, así como en educación, salud y seguridad social, ya que la “economía gris” se reducirá a cero o a cerca de cero, lo que le permitirá aumentar los ingresos. La digitalización llevará a millones de personas una red de impuestos en la que los ingresos fiscales directos e indirectos del gobierno se incrementarán.
Necesitamos crear un sistema educativo que ayude a los estudiantes a desarrollar su sexto sentido para prever los cambios en la actividad empresarial.
Esta transformación digital está favoreciendo la emergencia de nuevos perfiles profesionales. ¿Qué retos implica para la educación?
El cambiante paisaje de los negocios requiere habilidades distintas. Nuestro sistema de educación era bueno para apoyar a las empresas de los siglos XIX y XX, pero las del siglo XXI requieren un conjunto de habilidades diferentes. Aunque la tecnología es importante, no será el único elemento diferenciador, ya que todo el mundo tiene acceso a ella. Por tanto, tenemos que ir más allá. Debemos desarrollar un sistema educativo que haga hincapié en el pensamiento emprendedor.
Esto no significa que se trate de crear emprendedores, sino de trabajar desde etapas más avanzadas. Tenemos que deshacernos del actual sistema de educación basado en el “síndrome del loro” e ir hacia un pensamiento emprendedor. Hoy en día, la mayoría de las start-ups indias fracasan a los tres años. ¿Por qué? Porque tratan de replicar el mismo modelo de negocio que ha tenido éxito en Estados Unidos o en Europa. Era un buen modelo hace una década, cuando Internet no había penetrado en el mercado indio y los jugadores extranjeros no estaban interesados en él. En la actualidad, ningún negocio sobrevivirá ni prosperará sin una perspectiva global. Por tanto, necesitamos crear un sistema educativo que ayude a los estudiantes a desarrollar su sexto sentido para prever los cambios en la actividad empresarial.
¿Dónde vamos a ver mayores oportunidades de negocio en el futuro y cuáles serán las claves para conseguir el éxito?
En un entorno empresarial, cultural y geopolítico cambiante, la clave del éxito es solo la innovación. Las empresas tendrán que reinvertir continuamente, las personas deberán mantenerse en modo “aprendizaje continuo” y los gobiernos también tendrán que permanecer muy atentos al entorno, ya que se requerirán cambios en las normas y regulaciones.
Veo un enorme potencial para las empresas en general y, particularmente, para las pequeñas, en las áreas de la salud, la educación, la agricultura y el sector público en el contexto de las regiones asiáticas y africanas. Estamos avanzando hacia una globalización inclusiva. Antes la globalización estaba impulsada por unas pocas miles de empresas multinacionales, pero ha llegado el momento de tener millones de pequeñas empresas para hacer negocios a escala mundial, y esto es la globalización inclusiva que hará un mundo próspero y conectado.
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