Cuatro habilidades necesarias para los arquitectos en tiempos turbulentos

Las habilidades del arquitecto pueden ser aplicadas de distintas maneras, pero hay cuatro que son esenciales. ¿Qué debe saber un arquitecto?

1. Trabajo en equipo

En primer lugar, el arquitecto trabaja en equipo. Un arquitecto no puede trabajar solo. Ha dejado de ser una posibilidad práctica. Por tanto, el arquitecto debe dirigir una sinfonía de expertos. No necesita ser un experto en cada una de las disciplinas, pero, cuando trata con ingenieros mecánicos, ingenieros estructurales, arquitectos paisajistas, expertos urbanistas, sociólogos…, con todo tipo de expertos relacionados, el arquitecto necesita formar parte de ese equipo.

2. Pensamiento iterativo

En segundo lugar, debe poseer pensamiento iterativo. Las cosas nunca salen bien a la primera y el arquitecto lo sabe muy bien, porque el proceso de hacer arquitectura es complejo y sabemos que debemos intentarlo una y otra vez, perfeccionarlo, hacerlo mejor. Siempre digo que nunca acabas un proyecto; solo se te acaba el tiempo. Y eso es cierto: hay un punto en el que repites y repites y quizá mejoras algo, pero debes interrumpir ese proceso.

3. Pensamiento por proyectos

En tercer lugar, debe guiarse por el pensamiento basado en proyectos. Hoy en día está muy de moda hablar del aprendizaje basado en proyectos. La gente está empezando a darse cuenta de que los arquitectos se han visto obligados a tomar conciencia, durante siglos, de que se encuentran ante cuestiones complejas, como el diseño de cualquier edificio, como, por ejemplo, una escuela. Ese proyecto abarcará muchas cuestiones diferentes; se trata no solo del diseño del edificio, sino también de pensar en qué consiste aprender, en cuál es el entorno necesario para aprender. Eso puede llevarte a investigar la pedagogía, a pensar en la sociología de los grupos, de las organizaciones, en el espacio… Puede llevarte a hacer preguntas que no están inmediatamente relacionadas con el diseño de una escuela. Este aprendizaje basado en el proyecto, de alguna manera, es intrínseco al trabajo del arquitecto.

4. Síntesis

Finalmente, el arquitecto debe ser capaz de sintetizar de una manera concisa y elegante. Esta capacidad de síntesis es una herramienta importante. En esa síntesis, tomamos todas esas ideas dispares sobre lo que implica construir una escuela, esa idea compleja basada en proyectos, y sintetizamos todo en un artefacto, en un dibujo. Mediante este artefacto, de este dibujo, podemos seducir y así es como convencemos. Ahí la capacidad de síntesis es muy importante.

Estas cuatro habilidades hacen que el arquitecto sea útil en toda una gama de disciplinas, incluido el diseño del entorno, pero creo que también más allá de todo ello.