La transformación digital que está revolucionando todo el panorama empresarial supone todo un desafío para muchas pymes. Aunque logren identificar sus necesidades tecnológicas, suelen encontrar dificultades a la hora de planificar su estrategia digital, una de las fases más importantes dentro del proceso de digitalización. En este artículo te explicamos cómo planificar la transformación digital de tu pyme para que tu organización alcance los resultados que buscas.
La planificación de la transformación digital puede resultar demasiado ambiciosa si no se divide en una serie de objetivos concretos. Lo más eficaz será organizar los tiempos y su ejecución en dos escenarios: uno inmediato y otro a medio plazo.
El escenario inmediato aborda los cambios necesarios para garantizar la adaptación de la pyme al nuevo entorno empresarial. Su objetivo es transformar la oferta para que la pyme siga contando con un buen posicionamiento en la era digital. Para ello, debe potenciar tres vectores estratégicos: personas, procesos y tecnología.
Pese a que tradicionalmente la planificación de una estrategia digital se ha considerado algo impersonal y tecnológico, se encuentra estrechamente relacionada con las personas. Por tanto, resulta esencial que los empleados entiendan con claridad sus responsabilidades y objetivos dentro de la pyme con el fin de contribuir a la digitalización de forma activa y estar preparados para adaptarse y evolucionar en todo momento.
La comunicación y la formación son los dos pilares fundamentales de este vector: el primero permite transmitir a los empleados la información que necesitan para incentivar su motivación y compromiso con la pyme; el segundo, es esencial a la hora de mantener actualizados sus conocimientos y garantizar que saben cómo actuar ante la transformación digital.
En lo que respecta a los procesos, la planificación debe centrarse en conocer bien al cliente, reducir costes y perfeccionar las operaciones. Una estrategia de procesos que apueste por la automatización permite conseguir dichos objetivos y, además, favorece la colaboración y la comunicación entre empleados, clientes y otros grupos de interés.
Una estrategia digital no es posible sin tecnología. No obstante, su introducción debe ser paulatina: los modelos existentes deben reemplazarse progresivamente por tecnologías en la nube, que implican un menor coste, permiten mayor movilidad e incorporan actualizaciones constantes que evitan su obsolescencia.
Una vez se ha planificado la estrategia digital a corto plazo, es el momento de poner la vista en la demanda para consolidar la transformación. Este escenario a medio plazo también gira en torno a tres vectores: personas, datos y tecnología.
La cultura empresarial debe profundizar en los cambios que ya se hayan implementado. Además de fomentar la evolución y el compromiso de los empleados, es importante analizar el talento con el que cuenta la empresa para identificar posibles carencias y seleccionar a los candidatos más cualificados para liderar cada área. Asimismo, todos los integrantes de la empresa deben asumir una mayor autonomía y no tener miedo a tomar decisiones.
La introducción progresiva de recursos tecnológicos genera una mayor cantidad de datos. Las empresas deben aprovechar este nuevo recurso y adoptar un enfoque estratégico ante el almacenamiento, análisis y empleo de esta información para fines comerciales o de marketing, entre otros.
Aunque la incorporación de nuevas tecnologías debe ser constante, es importante saber distinguir los recursos realmente útiles de aquellos que no son más que una moda. La estrategia debe plantear cómo valorar las tecnologías disponibles considerando las necesidades de la pyme para decidir cuáles de ellas adquirir y determinar el momento más adecuado para hacerlo.
Si quieres saber cómo afrontar la planificación de la transformación digital de tu pyme, lee el informe “Hoja de ruta: Transformación digital para la pyme en España”, redactado por alumnos de IE, y así profundizar en la información que te ayudará a conseguirlo.
Autores: Antonio Escobar de la Iglesia, Santiago González Arauzo, Miguel Peco Perea, Rafael Merino Prieto, Mariska Martina Schaap