En la actualidad, ninguna empresa es inmune a la transformación digital que impregna todos los sectores. Aunque pueda parecer que el real estate residencial sigue dominado por modelos tradicionales, lo cierto es que la influencia de la digitalización y de las nuevas tecnologías es cada vez más patente. Para comprender realmente el alcance de estos cambios, este artículo analiza la situación de esta vertiente del sector inmobiliario desde el punto vista de la inversión, la demanda y la oferta, considerando también las nuevas tendencias que afectan al mismo.
Pese a un descenso muy acusado de la inversión en real estate en Europa, las tendencias globales de inversión en el sector aún se resisten a la incertidumbre política y económica de nuestros tiempos. De hecho, según los datos de Real Capital Analytics, el conjunto de las regiones de Estados Unidos, Asia-Pacífico y Europa experimentó un aumento de un 3 % en 2018.
No obstante, se prevé que la presión de factores como el agresivo discurso antiglobalización de Trump o la recesión global terminen con este crecimiento, cayendo en la tradicional estructura cíclica del sector de 8 años de bonanza y 7 de tensión. Sin embargo, en esta ocasión, se está observando un cambio que podría alterar dicha evolución: una transición en la inversión hacia nuevos modelos inmobiliarios más adaptados a los intereses actuales del cliente y, por tanto, con la capacidad de conseguir mejores resultados.
Uno de los principales desafíos del real estate residencial en la era digital es ofrecer una respuesta adecuada a la demanda de la sociedad. La migración hacia núcleos urbanos en búsqueda de oportunidades laborales es cada vez más significativa, y los pronósticos indican que continuará creciendo en los próximos años. Existe, no obstante, un problema fundamental: la población necesita una vivienda a la que es difícil acceder debido a la subida de los precios y el descenso de los salarios.
De esta forma, la demanda de viviendas asequibles, sociales y adaptadas, por lo general, no encuentra una respuesta. Aunque se ha reducido el tamaño de las viviendas para abaratar costes y han surgido espacios de coliving, será necesario desarrollar una oferta más variada en el futuro.
El sector inmobiliario se suma con retraso a una tendencia ya predominante en muchos ámbitos: la de atender a la experiencia del cliente a fin de fidelizarlo. La nueva demanda exige modelos inmobiliarios que conozcan los intereses del comprador o inquilino para poder ofrecerle un valor añadido.
Además del coliving, la oferta actual está enfocada a proporcionar más facilidades logísticas (como el comercio electrónico), servicios y asistencia. Obviamente, esta situación obliga a aquellas empresas que quieran triunfar dentro de este nuevo entorno a transformar su propuesta de valor y su estructura organizacional.
Como ya se ha podido observar, las nuevas tendencias que han irrumpido en el sector inmobiliario y en otros relacionados están afectando a la interacción entre inversión, oferta y demanda. En este sentido, uno de los ámbitos más prometedores es el transporte. Las afueras de las ciudades se pueden convertir en una ubicación estratégica si es posible trasladarse más rápido hasta ellas, por lo que nuevos medios como el CrossRail o el Hyperloop pueden influir positivamente en el real estate residencial.
La digitalización también es fundamental de cara a la planificación urbana y a la adaptación a las nuevas preocupaciones de nuestra sociedad. Las herramientas digitales permiten incorporar nuevas dimensiones a la hora de desarrollar mapas y facilitan la microgestión y el desarrollo de servicios posventa. Igualmente, la sostenibilidad es uno de los requisitos esenciales, y los avances tecnológicos favorecen la creación de respuestas más sostenibles.
En definitiva, aunque real estate residencial ya ha comenzado su transformación digital, las empresas del sector aún tienen que establecer un plan específico para adaptarse a las nuevas tendencias y mantener su relevancia. Si quieres comprender en profundidad este nuevo panorama, consulta la completa “Hoja de ruta para la transformación digital de la compraventa y alquiler de vivienda” que han redactado nuestros alumnos del Programa de Transformación Digital y explora todos los factores que pueden favorecer a su desarrollo positivo.