La familiaridad con los productos de inversión impulsa mejores hábitos de ahorro, desafiando la idea de que la educación financiera básica es suficiente. Este estudio resalta la importancia de la comprensión práctica sobre los conceptos teóricos para lograr el éxito financiero.
El artículo titulado “Más allá del conocimiento: La capacidad financiera del consumidor y su comportamiento de ahorro”, coautoría de Laura Núñez-Letamendia, Patricia Sánchez-Ruiz y Ana Silva, fue publicado en el International Journal of Consumer Studies en enero de 2025. Este ofrece valiosas conclusiones sobre los factores que influyen en el comportamiento de ahorro de los hogares, cuestionando las perspectivas tradicionales sobre la alfabetización financiera.
A través de una encuesta a 1.501 consumidores, la investigación profundiza en la capacidad financiera analizando diversos componentes como el conocimiento financiero, la autoconfianza, las habilidades de planificación presupuestaria y la autoeficacia. Los hallazgos revelan que:
- El conocimiento sobre productos de inversión (fondos, acciones, bonos, etc.) tiene un papel más relevante en el fomento del ahorro que la comprensión de conceptos económico-financieros fundamentales como tasas de interés, inflación y diversificación.
- La autoconfianza en el conocimiento financiero influye más que el conocimiento financiero real.
- Las habilidades de planificación presupuestaria son determinantes en la predicción de hábitos de ahorro.
- Los elementos de la Teoría del Comportamiento Planeado, especialmente la autoeficacia, se presentan como predictores válidos del comportamiento de ahorro.
Estos resultados subrayan la necesidad de una concepción más amplia de la capacidad financiera, que vaya más allá de la educación financiera tradicional e integre habilidades prácticas, el desarrollo de la confianza y el conocimiento de oportunidades de inversión.
Esta investigación tiene importantes implicaciones para responsables de políticas, educadores e instituciones financieras. Sugiere la necesidad de replantear las estrategias de educación financiera, priorizando el conocimiento aplicable y el desarrollo de habilidades que permitan a las personas alcanzar mejores resultados financieros.
Te invitamos a leer el artículo completo y explorar sus implicaciones para la formulación de programas y políticas de alfabetización financiera: