El informe destaca que, a pesar de que las tendencias y normativas ESG se han consolidado como una práctica común dentro las empresas, responder a las demandas cada vez más exigentes, supone un desafío para las empresas ante un aumento de las exigencias regulatorias a nivel internacional.
Y, con dos nuevas normativas europeas: la Directiva de Diligencia Debida en Sostenibilidad Corporativa (CSDDD) y la Directiva sobre nuevas normas para fundamentar las declaraciones ecológicas (Green Claims Directive), acordadas entre el Consejo y el Parlamento Europeo, se intensifica el tsunami regulatorio en la UE en materia de ESG.
Según el informe, los principales temas abiertos en materia de sostenibilidad que más preocupa a grandes empresas son: la información sobre sostenibilidad corporativa, la diligencia debida en materia de sostenibilidad y el sistema de gobernanza en materia de sostenibilidad a nivel de grupo.
“Europa necesita una nueva estrategia de crecimiento que transforme la Unión en una economía moderna, eficiente en el uso de los recursos y competitiva,” asegura el informe qué cuenta con la participaron de más de doce empresas, entre ellas BBVA, BP, Credit Suisse, Iberdrola, Enagas, Repsol y Makro..