Alumnos de los Dobles Másters de Acceso a la Abogacía y Procura + LL.M. de Especialización participaron en su Trabajo Final de Máster, el IE Legal Challenge, acompañados de profesores y abogados.

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El equipo ganador de este año, formado por Carlos Mario González, Alejandro Rujas, María Lucía Russy, Miguel Sánchez, Fernando de Almansa, Nicole Ciferni y José Maldonado, participó en esta competición donde todos los alumnos del Máster en Acceso a la Abogacía y Procura de IE University preparan un complicado caso jurídico durante tres meses.

Un total de 160 estudiantes divididos en 20 equipos, entre los que solo habría un ganador, prepararon un caso práctico que ponía a prueba sus habilidades para trabajar en despachos de abogados.

Experiencia del equipo ganador del IE Legal Challenge

¿Cómo fue la experiencia de trabajar en equipo?

Alejandro: Fue una experiencia increíble. Desde el primer momento nos dedicamos a estudiar y trabajar en el caso, sumergiéndonos por completo en la operación. Aunque era compleja, resultaba sumamente gratificante cuando las cosas salían bien y encontrábamos esa respuesta que habíamos estado buscando durante días.

Un aspecto fundamental fue el trabajo en equipo y la colaboración para sacar adelante el proyecto. Todos aportábamos ideas y nos ayudábamos mutuamente para lograr el mejor resultado posible. Esto provocó momentos de estrés y debate, pero, al final, todos remábamos en la misma dirección con un objetivo común.

El trabajo en equipo es algo que se fomenta desde el primer día en IE, así como el desarrollo de casos prácticos. Sin embargo, el IE Legal Challenge es algo diferente; realmente sientes que es como la vida laboral, dedicando días y días junto a tu equipo para desarrollar el proyecto. Esta es una de las partes más positivas de esta experiencia.

Cuando llegó el día de presentar el caso ante el tribunal, a pesar de los nervios, estábamos muy confiados porque conocíamos todo el trabajo que habíamos hecho y sabíamos que, al final, todo esfuerzo tiene su recompensa.

José: En cuanto a la experiencia profesional, destacaríamos:

La profundidad técnica, en el Legal Challenge se pasan muchas horas estudiando problemas jurídicos que no se ven en la carrera ni en el máster. Hay un sinfín de piezas que tienen que encajar para que la operación flote.

La simulación del ejercicio real, que nos brindó la oportunidad de aplicar conocimientos teóricos en situaciones concretas, afiló nuestro entendimiento del derecho y nos entrenó a tomar decisiones bajo presión.

El desarrollo de nuestras habilidades interpersonales, ya que el Legal Challenge requiere colaboración, comunicación clara y efectiva, liderazgo, gestión del conflicto, humildad intelectual con los compañeros, reconocimiento de sus habilidades y refuerzo de sus debilidades.

La gestión del tiempo y distribución del trabajo al ir avanzando en distintas tareas de forma simultánea durante distintas etapas. Hemos aprendido que la optimización de los recursos y la eficiencia en la elección de los encargados y elaboración de los entregables es un mundo en sí mismo.

Experiencia del equipo ganador del IE Legal Challenge

Sentido práctico, aunque había cosas mejorables y puntos débiles en nuestros argumentos que nos preocupaban, con humildad, interiorizamos que se nos pedía resolver un problema como pudiésemos.

María Lucía: Más allá del estudio riguroso y el compromiso, que son fundamentales para ganar cualquier competición técnica, hubo otros aspectos clave que fueron determinantes:

Manejo de las relaciones interpersonales. A pesar de los diferentes temperamentos dentro del grupo, nos esforzamos desde el principio por crear un ambiente de trabajo positivo y de confianza. La comunicación abierta, tanto para lo bueno como para lo mejorable, y el respeto mutuo fueron pilares fundamentales.

Confianza. Reconocer y confiar en las habilidades de cada miembro del equipo fue crucial. Esta confianza nos permitió delegar tareas de manera efectiva y generó un gran sentido de responsabilidad y compromiso, ya que sabíamos que el trabajo individual tendría un gran impacto en el resultado final.

Disfrutar del proceso. A pesar de los momentos de tensión, nos aseguramos de que el trabajo en equipo fuera una experiencia gratificante y enriquecedora. La conexión y los vínculos que se crean cuando un grupo reducido de personas trabaja por un mismo fin y disfruta del proceso son increíbles.

Exigencia. Desde el comienzo nos pusimos como meta la excelencia. Esta autoexigencia nos motivó a revisar cada detalle minuciosamente, cuestionar nuestras propias conclusiones y buscar siempre las mejores soluciones. Nos desafiamos mutuamente a mantenernos enfocados y a no conformarnos con respuestas fáciles.

Apoyo. En un proceso tan largo, hubo momentos en los que más de uno necesitó el apoyo de los demás. Tuvimos percances médicos, viajes imprevistos y compromisos inamovibles, pero siempre contamos con el apoyo emocional y profesional de los miembros del equipo. Celebramos los logros y aprendimos de los errores juntos, lo que fortaleció nuestra cohesión y determinación.

Adaptabilidad. Las situaciones imprevistas requerían respuestas rápidas y cambios de estrategia. Ser flexibles nos permitió manejar estos desafíos sin perder el enfoque ni la motivación. 

Fue la suma de todos estos aspectos lo que nos permitió no sólo obtener el resultado deseado, sino también sacar el máximo provecho del IE Legal Challenge.

¿Surgieron conflictos entre los diferentes miembros del equipo durante este proyecto? ¿Cómo los resolvisteis?

Fernando: Tras la primera entrega estábamos cansados porque habíamos terminado hace poco una larga ronda de exámenes. No teníamos la misma motivación y tuvimos que encontrar un propósito común por el que remar. Hubo conversaciones difíciles en las que nos tuvimos que decir lo que no estábamos haciendo bien unos a otros: impuntualidad, retraso en las entregas, indiferencia. En esos momentos fue cuando más importante resultó sacar lo mejor los unos de los otros. Por un lado, aceptamos ciertas diferencias en la forma de ser y de trabajar de cada uno, y fuimos flexibles y comprensivos. Por otro lado, fuimos claros en lo que necesitábamos de cada uno y en lo que no era renunciable. Por último, supimos mantener un buen ambiente con comidas periódicas de equipo, no tomarnos las diferencias demasiado en serio y reírnos mucho y de todo. Gracias a eso, supimos mantener la ilusión por el proyecto y volver a dar el máximo cuando hizo falta.

¿Qué sentisteis después de haber ganado sabiendo todo el esfuerzo que hubo detrás? 

Carlos Mario: El sentimiento del grupo al saber que habíamos ganado fue de enorme felicidad y satisfacción. Nos divertimos en el proceso, sí, pero también pasamos mucha tensión y estrés. El reconocimiento de ese esfuerzo fue como quitarse un peso de encima y sentir la alegría serena del trabajo bien hecho.

Aunque queríamos ganar, nos hemos dado cuenta de que lo más valioso es lo que sucedió antes de cruzar la línea de meta. Disfrutamos mucho aprendiendo unos de otros y creamos una unión maravillosa que seguramente perdurará durante nuestra carrera profesional. Esta victoria no solo reconoce nuestra dedicación y creatividad, sino que también es una fuente de motivación para enfrentar futuros retos con la misma pasión y determinación. Mirando atrás, la victoria nos trae orgullo y una sonrisa. Mirando adelante, nos deja con la certeza de que, con esfuerzo y confianza en el equipo, podemos alcanzar nuestros objetivos.

En IE Law School sabemos que una formación de calidad es de vital importancia para los abogados del futuro. De la mano de eminencias docentes y profesionales de compañías prestigiosas como Baker McKenzie y Fieldfisher, como Guillermo Rodrigo, Antonio Albarrán y Javier Galán, vivirás una experiencia académica inmersiva, transformadora e inolvidable. 

En los 15 meses que dura el programa te formarás con metodología del derecho comparado y experiencias prácticas jurídicas reales, con un claustro y profesionales de primer nivel. Prepárate para alcanzar la excelencia técnica y desarrollar habilidades multidisciplinares que serán esenciales a la hora de destacar en la práctica global del derecho.

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