La digitalización se ha convertido en un imperativo en el mundo empresarial. Su relevancia para garantizar la continuidad de cualquier negocio es innegable, aunque no todas las organizaciones la entienden de la misma manera. En España esta transición no ha pasado desapercibida. No obstante, se precisa una evolución más rápida y sólida. Las pymes, que son nuestro modelo empresarial predominante, muchas veces no aciertan en cómo proceder a la hora de afrontar los retos de este complejo paradigma. A continuación, te explicamos cuáles son las principales fases de la transformación digital para que seas capaz de diseñar la hoja de ruta que mejor se adapte a las necesidades de tu organización.
Con el fin de adoptar una estrategia que permita afrontar la transformación digital con éxito, se deberá adaptar la organización a los estímulos del nuevo entorno empresarial. Por tanto, la primera fase consistirá en comprender el nuevo escenario en el que se encuentra la empresa y realizar un análisis del contexto que rodea a la pyme.
Durante esta fase, es necesario identificar cuáles son los principales cambios del entorno empresarial, cuál es la situación del sector al que pertenece la pyme y determinar el nivel de digitalización de sus clientes.
Una vez se haya dado respuesta a estas cuestiones, será el momento de diseñar una estrategia para adaptar los objetivos de la pyme a este nuevo contexto. Es fundamental que esta fase no se limite a idear la digitalización de la pyme, sino que vaya un paso más allá con el fin de plantear una transformación profunda que englobe la estrategia de transformación digital, así como otros cambios necesarios. Esta etapa de diseño deberá considerar la planificación del proceso y su posterior ejecución.
Una planificación de estas dimensiones debe dividirse en dos escenarios temporales: uno a corto plazo y otro a medio plazo. Sin embargo, no es necesario explorar el contexto a largo plazo, ya que este horizonte temporal no estará al alcance de la empresa hasta que no se adapte al entorno digital.
Los objetivos a corto plazo están enfocados a la transformación de la oferta de la pyme y abordan todos aquellos cambios inmediatos que resultan imprescindibles para la supervivencia de la empresa en el mercado actual.
El segundo escenario, en cambio, se centra en la transformación de la demanda: una transformación clave para consolidar los cambios previos y culminar la digitalización de la pyme con éxito.
Si las fases previas de transformación digital se han realizado correctamente, la etapa de decisiva de este proceso, su ejecución, no deberá traer consigo grandes dificultades. Para proceder a esta implementación, bastará con seguir las pautas previamente establecidas por la pyme.
La implementación no es la última fase de una transformación digital. Tras la ejecución de cualquier plan, debe existir un periodo de evaluación y medición, que puede incluso mantenerse indefinidamente como un proceso más de la pyme. De esta forma, se hará un seguimiento de los resultados de la estrategia de transformación digital y se identificarán los problemas que hayan podido surgir, con el objetivo de mejorar su rendimiento. Además, es importante tener en cuenta que, con las nuevas tecnologías, los cambios se suceden con mayor frecuencia, por lo que esta evaluación y adaptación continua es fundamental para mantener la pyme al día.
Si quieres ir más allá de este resumen y profundizar en este proceso y en otras cuestiones relacionadas con la digitalización de la pyme, lee esta esta hoja de ruta redactada por alumnos de IE.
Autores: Antonio Escobar de la Iglesia, Santiago González Arauzo, Miguel Peco Perea, Rafael Merino Prieto, Mariska Martina Schaap