Durante los cinco años que llevo de trayectoria profesional, tanto en el sector energético como en el del retail, me he dado cuenta de la importancia del dato. Explotar al máximo las herramientas de las que disponemos e interpretar bien la información es fundamental en todos los sectores. La obligación de estar más tiempo en casa que ha ocasionado la COVID aceleró mi decisión de enfocarme más en este campo. Es el momento de aprovechar el tiempo, de sacar algo positivo y fructífero de todo esto, de mejorar y de retarme.
Siempre me gustaron los desafíos, y este, en particular, cumple de sobra con las expectativas. Empecé con un nivel muy básico y un mundo por descubrir en el campo del análisis de datos. Tan solo unos meses después, me veo construyendo un modelo real para una importante organización e intentando llevar lo que aprendí en las clases a la empresa en la que trabajo. Ahora entiendo por qué este Bootcamp está enmarcado dentro de los programas de aprendizaje exponencial.
Lo que más destacaría de la experiencia es su enfoque práctico, la capacidad de los profesores para transmitirnos su pasión por el mundo de los datos y la flexibilidad de la escuela, que, gracias a su formato híbrido, nos permite cursar el programa a cientos de kilómetros de Madrid.
Sin duda, está siendo un tiempo bien invertido, en el que estoy aprendiendo con rapidez sobre un campo en el que cada vez se requiere más excelencia, creatividad y precisión.